Estudios recientes revelan que el consumo de cigarro en edades tempranas y durante el embarazo aumenta la vulnerabilidad en el individuo y en el bebé gestante de enfermedades mentales, detalló la directora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de Estados Unidos, Nora Volkow.
l dar la conferencia ?Lo que nadie nos enseñó sobre la nicotina?, la investigadora señaló que los efectos negativos de esa sustancia no sólo tienen que ver con la adicción, sino con enfermedades pulmonares.
"Tiene efectos negativos, lo que hace entender que la nicotina está asociada con una gran diversidad de anomalías en los recién nacidos de madres fumadoras", externó la especialista.
Volkow Fernández explicó que esos efectos no están sólo limitados al cerebro, sino que involucran a todos los órganos y probablemente tienen que ver con la capacidad de la nicotina crónica de controlar directamente los mecanismos de regulación genética.
Refirió que en Estados Unidos se hicieron recientemente estudios que plantean la hipótesis de que el uso del cigarro en etapa temprana, inclusive durante la vida fetal, pueda aumentar la vulnerabilidad de la enfermedad mental.
"Existen hallazgos que nos dan evidencia de que ciertas sustancias con el uso del cigarro puede aumentar el riesgo a enfermedades psiquiátricas, por ejemplo, los trastornos de la ansiedad están causativamente asociados con el consumo del cigarro", abundó.
Fumar en el embarazo está causativamente asociado a una mayor vulnerabilidad a los que tienen déficit de atención y existen datos de que quizá el uso del cigarro durante la edad fetal, la niñez y adolescencia puede aumentarse el riesgo a la depresión, abundó.
La directora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de la Unión Americana abundó que las drogas directamente afectan el funcionamiento del cerebro humano y los circuitos que no funcionan en forma adecuada en pacientes con enfermedad mental, lo que puede exacerbar la presentación de la sintomatología.
Sin embargo también informó que los pacientes con problemas psiquiátricos son los que más fuman, pues la mayoría encuentra no sólo el placer que da la nicotina, sino efectos curativos.
Informó que los estudios efectuados en Estados Unidos indican que 44% de los cigarros que se consumen son fumados por enfermos psiquiátricos y que la comorbilidad psiquiátrica aumenta el consumo de tabaco, debido a los efectos curativos que tiene la nicotina.
Por ejemplo el consumo de cigarro en la esquizofrenia es de 70 a 85% y en la depresión el uso es de 44%; hasta 70% de los pacientes que están en tratamiento son fumadores y 56% de los alcohólicos fuman.
Nora Volkow Fernández ejemplificó que los esquizofrénicos, personas con depresión y con trastorno de déficit de atención usan el cigarro para medicarse.
En pacientes que tienen depresión el uso del cigarro puede tener efectos antidepresivos y en personas con déficit de atención, la nicotina aumenta la actividad de los sistemas de atención, añadió.
De ahí que sea muy importante pensar en estrategias diferentes para que la población psiquiátrica pueda dejar de fumar, pues aunque de alguna manera se reconoce que la nicotina ayuda a estos enfermos, también el tabaquismo es dañino para la salud en general
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