Tras la aprobación de la ley que prohibe fumar en espacios laborales y paradas de transporte público, los fumadores consideran que la medida podría ayudarlos a dejar de fumar y que están de acuerdo con la ley aunque los afecte. Mientras que los vendedores dudan que la prohibición de la venta de cigarros al menudeo les vaya a afectar.
Así lo consideraron algunos de ellos al responder a un sondeo de La Nación.
Para el joven Esteban Rojas, quien suele comprar los cigarros sueltos y fumar “de vez en cuando”, el hecho de que sea prohibido vender cigarros sueltos si afectaría sus hábitos de consumo: “Eso sería un factor para que yo deje de fumar”.
Rojas manifestó que no considera que se le estén violentando sus derechos directamente, pues: “no me están prohibiendo fumar en lugares abiertos”.
Edgar Valverde, empleado público dijo que lo que más le preocupa es ir a un restaurante y no poder fumar ahí. “Siento que uno tiene el derecho de que haya una sala de fumado”, comentó.
Emanuel Gómez, un estudiante que también aseguró ser fumador ocasional consideró como buena la aprobación de esta ley, he incluso los impuestos de ¢20 que se impondrían a cada cigarro. “Eso favorece que disminuya el consumo”, dijo.
Los vendedores por su parte, no consideran que las ventas se vean afectadas por las nuevas medidas. “Para mi esto no va a afectar en nada, porque ahora la gente los compra más en paquete”, dijo Meylin Ibarra, dependienta del súper La Puerta del Sol, ubicado en San Pedro de Montes de Oca.
Mientras que José Pablo Arias, quien tiene un quiosco a la entrada de la Universidad de Costa Rica sijo que: "Si bien es cierto se venden bastante (los cigarros sueltos) no creo que me afecte mucho. Seguiría vendiendo por paquete".
lanacion.com
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