Ahora
es común oír a la gente decir que "andan pegando" gripes muy fuertes,
caracterizadas por agudos dolores de cuerpo, tos persistente y fiebres muy
altas. Esos comentarios frecuentes se originan a raíz del alto número de casos
de personas infectadas por potentes bacterias y virus que están atacando los
sistemas respiratorios de muchas personas.
Uno de
esos virus es el de la influenza tipo A (H1N1), que ha vuelto a disparar alarma
en la población. En lo que va del año el Ministerio de Salud de El Salvador ha
reportado un total de 271 casos de personas atendidas por esa afección. Esta es
solo una de las enfermedades respiratorias agudas que están atacando a la
población.
Unas
1,516,932 personas han sido diagnosticadas con problemas respiratorios en el
país en lo que va de 2012.
Ante
esa cifra tan inquietante la gente suele preguntarse qué es lo que está
provocando la proliferación de ese tipo de enfermedades. La respuesta la tiene
el doctor Eduardo Suárez Castaneda, director del Departamento de Enfermedades
Infecciosas del Ministerio de Salud. Él manifiesta que el hacinamiento
poblacional es un factor que incide grandemente en la propagación de
microorganismos patógenos, entre ellos virus, bacterias, hongos y parásitos.
"Conforme
las características del ambiente se van modificando, los microorganismos van
prevaleciendo. La población se ha vuelto más numerosa, está más hacinada.
Convivimos a diario en ambientes en donde estamos en contacto con muchas
personas, por lo tanto la transmisión de virus y bacterias aumenta",
expresa el doctor Suárez.
El
médico general Edgardo Vladimir González comparte la opinión del doctor Suárez,
aunque también considera que el crecimiento en los casos de infecciones
respiratorias agudas obedece particularmente a los cambios climáticos que se
experimentan en el territorio nacional.
"La
época lluviosa está en pleno apogeo y eso facilita la propagación de
enfermedades respiratorias. Una de sus consecuencias más frecuentes es el
aumento de las enfermedades vírales y bacteriales como la influenza, que ha
llegado con mucha potencia. También incide mucho la contaminación del medio
ambiente", manifiesta el doctor González.
Además
de las sustancias emitidas por vehículos automotores, como metales pesados y
humo, el aire de las ciudades transporta elementos biológicos como esporas de
hongos y bacterias que son nocivas para los habitantes.
Elementos
de uso diario, como los acondicionadores de aire, inciden en la proliferación
de los gérmenes, ya que al no haber renovación de aire dentro de los ambientes,
ellos se multiplican formándose poblaciones muy numerosas. Las alfombras, los
muebles, la ropa de cama y las cortinas también ofrecen condiciones ideales
para la instalación de microorganismos, ya que la higiene no puede realizarse
en forma adecuada ni con la frecuencia requerida.
Bacterias
intestinales
Las
frecuentes lluvias y la contaminación ambiental no solo han provocado la
proliferación de enfermedades respiratorias. Las infecciones intestinales también
han tenido un repunte en las últimas semanas. Las lluvias generan aguas negras,
produciendo la proliferación de bacterias y enfermedades entre ellas: la
salmonela y el rotavirus.
"Las
enfermedades transmitidas por medio del agua contaminada pueden originarse a
través de su consumo. El ingerir por accidente estas aguas, que por lo general
contienen heces fecales, puede causar diversas enfermedades, muchas de las
cuales pueden provocar hasta la muerte", expresa el doctor González.
El
galeno también manifiesta que las aguas residuales no tienen un lugar
específico donde depositarse ni tampoco son tratadas, y que por lo general se
usan para el cultivo de frutas y verduras.
"Por
desgracia la mayoría de la población consume estos alimentos que fueron regados
con estas aguas contaminadas, y es de ahí donde provienen muchas enfermedades
infecto contagiosas", refiere el médico.
Por su
parte, el doctor Suárez también atribuye la proliferación de bacterias
causantes de enfermedades intestinales a la mala higiene o a la falta de ella.
"El
rotavirus, por ejemplo, entra por la boca, por eso es necesario que las
personas tengan una adecuada higiene de sus manos", comenta del doctor
Suárez.
El
Ministerio de Salud ha determinado que hasta la semana 28 de 2012 se diagnosticaron
246,697 casos de personas con diarrea y gastroenteritis.
Otro de
los virus que está haciendo estragos en la salud de la población, y que se ha
proliferado es el dengue, que es transmitido a través del mosquito Aedes
aegypti. Este insecto se cría en el agua acumulada en recipientes y en objetos
en desuso.
"Mucha
gente aún no ha tomado conciencia del peligro que representa el tener en casa
criaderos de zancudos. Esto aumenta el riesgo de padecer la enfermedad. Las
lluvias favorecen la proliferación de los insectos que transmiten la
enfermedad", dice el doctor González.
En todo
el mundo se estima que el número de afectados por dengue se encuentra entre los
50 a los 100 millones de personas cada año, con un total de medio millón que
necesitan atención hospitalaria por tener en riesgo su vida y que dan lugar a
unos 12,500 fallecimientos.
Hasta
la semana 28 de 2012, el Ministerio de Salud ha reportado un total de 12, 322
casos de sospecha de dengue, de los cuales 1,621 requirieron de atención
hospitalaria.
Los
ojos de las personas también son otro punto de ataque de las bacterias. Una de
las enfermedades más comunes provocadas por estos microorganismos es la
conjuntivitis bacteriana aguda, que se manifiesta con inflamación local, ardor,
prurito y secreción mucopurulenta. Entre los principales gérmenes que la
producen se encuentran Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenza,
Staphylococcus aureus o Escherichia coli.
Un
total de 53,781 casos han sido diagnosticados en lo que va del año en el
territorio salvadoreño.
Patógenos
resistentes
Otro de
los factores que permiten la propagación de enfermedades infecto contagiosas,
sobre todo las causadas por bacterias, es la resistencia que estos
microorganismos patógenos presentan hacia los antibióticos.
Científicos
de la Universidad de Boston, liderado por el doctor James Collins, han podido
detallar el proceso genético que crea la resistencia a antibióticos en las
bacterias.
El
equipo de médicos descubrió que cuando la dosis de antibióticos es menor a la
necesaria para matar a todas las bacterias es aún lo suficiente como para
inducir mutaciones en el ADN (Ácido desoxirribonucleico) de la bacteria, es
decir, el material genético de este organismo.
Como
consecuencia de lo anterior las bacterias sobrevivientes son más variadas en su
ADN, aumentando la probabilidad de que entre ellas hayan algunas con la
mutación perfecta para sobrevivir el antibiótico y reproducirse sin problema.
Los
científicos también notaron que las bacterias que sobreviven se hacen resistentes
a múltiples antibióticos. Esto fue un hallazgo inesperado, ya que las bacterias
desarrollan resistencia a medicamentos que nunca han encontrado, lo que hace
cada vez más difícil combatir infecciones bacterianas.
También
se ha descubierto que las bacterias tienen una capacidad de supervivencia tan
elevada y una resistencia al medio tan fuerte que hasta son capaces de
permanecer tranquilas en el espacio exterior, en la lava de un volcán o en
deshechos radioactivos.
Aunque
en la actualidad hay tratamientos muy efectivos contra estos gérmenes,
incluyendo las vacunas, ellos siempre parecen llevar la delantera. Sin embargo,
las personas pueden ponerle un alto a su propagación poniendo en práctica
algunas medidas preventivas.
La
adecuada higiene, el evitar el contacto con personas contagiadas, hacer uso de
vacunas y cumplir a cabalidad los tratamientos con antibióticos son algunas de
formas de prevenir los contagios y disminuir la proliferación de los
microorganismos patógenos que pululan a nuestro alrededor.
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