¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

En El Salvador Denuncian falta de medicinas para el mal de Chagas


Desde hace un año, en San Vicente, los pacientes que son diagnosticados con Chagas no solo se tienen que enfrentar una enfermedad poco conocida entre la población, sino también la falta de tratamiento.
De acuerdo con el cardiólogo Rafael Bonilla, encargado de uno de los dos consultorios especializado en la atención de estos pacientes, desde junio del año pasado "no hay medicamentos ni reactivos para confirmar la afección en todo el país".
La enfermedad de Chagas es producida por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi. Este es transmitido a través de las heces de las chinche Triatomadimidiata y Rhodnius prolixus. Esta última ya fue eliminada en El Salvador.
El cardiólogo, quien labora en el hospital de San Vicente, confirmó que a los nuevos pacientes solo se les da tratamiento sintomático, no curativo, es decir, para que no se les inflamen los pies y para el problema del corazón, entre otros.
Sin el fármaco, la enfermedad sigue su curso y los pacientes se deterioran, aseguró el especialista.
El Chagas es una enfermedad que afecta al corazón. Generalmente se detecta cuando la persona tiene un problema avanzado o por medio de un examen que se le practica a los donantes de sangre. Pocos llegan a la fase aguda.
Un estudio realizado por la Unidad de Investigación del hospital Rosales en 2010, patrocinado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), determinó que uno de cada cinco pacientes atendidos en el servicio de Cardiología tiene la enfermedad de Chagas. El mismo detalla que solo el ocho por ciento de las personas que participaron en el estudio tuvo acceso a la prueba.
El mal de Chagas también puede afectar el intestino y el esófago. "El paciente que recibe tratamiento mejora, al que no se le da, se deteriora", añadió el médico.
Ya sea que estuvieron en la fase aguda o crónica, en San Vicente, a todos los pacientes diagnosticados se les proveía el medicamento. Esto, pese a la controversia que existe entorno a si es conveniente o no.
En el consultorio, cada martes atienden entre 18 y 24 pacientes crónicos. A veces, se ven dos nuevos casos. En total hay un poco más de 400 personas en control.
El martes anterior, una joven con sospecha de tener el mal de Chagas estaba hospitalizada.
El otro problema que enfrentan estas personas es que, desde 2009, no se dispone de los reactivos para hacer el análisis que confirma la patología, indicó Bonilla.
Ante la falta de los insumos, en San Vicente han optado por realizar tres pruebas conocidas como ELISA para comprobar la enfermedad, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) manda a realizar tres diferentes tipos de estudios, dos de ellos deben dar positivos, acotó Bonilla.
En noviembre del año pasado, varios periódicos internacionales publicaron la crisis que se avecinaba por la escasez del medicamento, benznidazol, para tratar a los pacientes con este diagnóstico.
Según lo que informaron los periódicos, un solo laboratorio en el mundo, ubicado en Brasil, produce el fármaco y, a finales del año pasado, no había suficiente principio activo para producir las píldoras.
"El problema es que hubo un incremento importante de la demanda del medicamento en los últimos años, porque ahora hay más capacidad de detectar y atender a quienes sufren del Chagas", expresó James Fitzgerald, alto asesor de medicinas esenciales de la OPS, a la BBC Mundo en octubre de 2011.
En el primer trimestre de este año se anunció que Argentina produciría medicina para el resto de naciones.
Representantes del Minsal niegan el desabastecimiento y aseguran que tienen disponible los frascos y que acaban de recibir un donativo de 240 frascos de nifurtimox.
Eduardo Romero, coordinador nacional de Chagas, expresó: "Tenemos medicamentos para enfrentar la patología". Agregó que, según la norma, se trata a los menores de 15 años, a los mayores de esa edad se les puede dar; pero con consentimiento informado, por los efectos adversos.
Bonilla considera que a la enfermedad no se le da la importancia que tiene, aunque se ha hecho énfasis en la educación: "Por cada paciente con VIH hay de ocho a diez (infectados) alrededor, pero se les olvida que por cada chagásico hay 180 posibles casos. Entonces uno se pregunta '¿porqué no les interesa Chagas?'".
El año pasado, el Minsal detectó 24 personas en fase aguda (cuando recientemente han adquirido el parásito) y 1,240 en etapa crónica. En lo que va del año, se han confirmado ocho casos y 82 sospechosos. Los bancos de sangre son los responsables de reportar la enfermedad en etapa crónica.
Romero comentó que ninguno de los 24 pacientes en fase aguda diagnosticados el año pasado, procedía de San Vicente. Pero en el consultorio del hospital se les entregaban fármacos a los que presentan la enfermedad en etapa crónica. A ellos se les tiene en control cada mes o cada tres meses.
Al cuestionarlo sobre la disponibilidad o no de reactivos, Romero indicó que dentro de su área de trabajo no tenía acceso a esa información.
Un día de aflicción
María Esperanza Córdoba es una mujer de 77 años que está en control por el mal de Chagas desde hace tres años . Esta mujer delgada y de cabello blanco recuerda que hace más de diez años estuvo hospitalizada por un problema del corazón.
Estuvo en control en el Rosales y luego en San Vicente. Fue ahí donde le realizaron una serie de exámenes y le diagnosticaron la causa de su problema cardíaco.
"Aflicción me entró cuando el médico dijo que era el mal de Chagas; dijo que el animal pica y deja las heces, eso se va en la sangre y afecta la salud, de eso me afectó el corazón", comenta la señora mientras espera pasar consulta. Desde entonces tomó decenas de pastillas para curarse.
María Corvera es otra paciente a quien le detectaron Chagas, pero se muestra incrédula ante el diagnóstico. Hace dos años, tras varios exámenes de sangre y del corazón, el médico le dijo que tenía la enfermedad. "Yo digo que, si es parásito, debe haber una medicina para que salga así como sacan los parásitos del estómago", especula. Sin duda, falta más educación sobre esta enfermedad.

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