¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

Fumar y los pesticidas podrían provocar un raro trastorno de 'patadas en el sueño'



 Fumar y la exposición a los pesticidas son dos factores que podrían aumentar el riesgo de un raro trastorno que hace que las personas a veces pateen, den puñetazos o se muevan de otras formas mientras duermen, sugiere un estudio reciente.
El sueño MOR incluye sueños vívidos, y en la mayoría de los individuos no se presenta ningún otro movimiento aparte de la respiración y el movimiento ocular rápido que da el nombre a esta fase del sueño. Sin embargo, en el trastorno de la conducta en el sueño MOR (TCSM), las personas exteriorizan sus sueños de varias formas, por ejemplo al hablar, sacudir, patear o salir de la cama y correr.
Con frecuencia, esto plantea peligros para la persona y para las otras personas con quien comparten la cama, pero los expertos señalan que una de las principales preocupaciones del TCSM es que puede ser una señal temprana de un trastorno neurodegenerativo grave, como la enfermedad de Parkinson, o un tipo de demencia relacionada con el Parkinson llamada demencia con cuerpos de Lewy (DCL).
Para identificar los posibles factores de riesgo para desarrollar el TCSM, los investigadores preguntaron a personas en clínicas de sueño de varios lugares del mundo sobre su dieta, estilo de vida, y antecedentes médicos y educativos. Hallaron que las personas con TCSM eran más propensas que las personas que no sufrían del trastorno a fumar cigarrillos, tener exposición a los pesticidas y a haber sufrido una lesión en la cabeza.
El estudio, que aparece en la edición en línea del 27 de junio de la revista Neurology, es la primera observación de los factores de riesgo del TCSM.
"Lo único que sabíamos era que los pacientes tienden a ser hombres y a ser mayores", señaló el autor del estudio, el Dr. Ron Postuma, profesor asociado de neurología de la Universidad de McGill, en Montreal. Saber más sobre los factores de riesgo del TCSM mejorará la comprensión sobre el Parkinson y la DCL, añadió.
Shelby Freedman Harris, directora del Programa de Medicina Conductual del Sueño y del Centro de Trastornos del Sueño y la Vigilia del Centro Médico Montefiore en la ciudad de Nueva York, afirmó que este estudio es un gran primer paso.
"Habrá más estudios que observen los factores de riesgo", afirmó.
El TCSM es raro en comparación con afecciones como el sonambulismo, que ocurre en una fase distinta del sueño, explicó Postuma. Investigaciones anteriores han hallado que una de cada 200 personas sufren de TCSM, pero Postuma cree que esa cifra probablemente no incluya los casos leves.
Tener TCSM conlleva un riesgo mucho mayor de desarrollar Parkinson o DCL. Entre 38 y 75 por ciento de las personas que tienen TCSM también sufren de un trastorno neurodegenerativo, pero las personas pueden tener TCSM durante una década o más antes de desarrollar uno de esos trastornos, señaló Postuma.
Para el estudio, Postuma y colegas reclutaron a casi 350 personas que sufrían de TCSM de clínicas del sueño de EE. UU., Canadá, Europa y Japón. La edad promedio de los pacientes era de 67 años, y 81 por ciento del grupo eran hombres.
Dado que estos participantes ya iban a una clínica del sueño, tendían a tener casos más graves de TCSM, apuntó Postuma. Los participantes no sufrían de Parkinson ni de demencia.
El grupo de control incluyó a 281 personas que tenían problemas del sueño no relacionados, como apnea del sueño e insomnio, y a 129 que no tenían problemas del sueño.
Los investigadores preguntaron a los participantes sobre su exposición a varios factores que se han asociado con un mayor riesgo de Parkinson o DCL, como la ingesta de cafeína y las lesiones en la cabeza.
Hallaron que el mayor factor de riesgo del TCSM fue la exposición a los pesticidas, que también es un factor de riesgo del Parkinson. Las personas en el grupo de TCSM tenían más del doble de probabilidades que las que no estaban en eses grupo de haber sido expuestas a los pesticidas en el trabajo.
Sin embargo, no hubo una asociación entre el uso de pesticidas fuera del trabajo y sufrir de TCSM, probablemente porque los niveles de exposición de ese grupo habrían sido muy bajos, señaló Postuma.
Postuma y colegas hallaron que la lesión de la cabeza, que también es un factor de riesgo tanto del Parkinson como de la DCL, era 59 por ciento más probable en el grupo con TCSM. Un menor nivel educativo se ha relacionado con la demencia, y el estudio actual halló que las personas con TCSM habían estado en la escuela, en promedio, 1.5 años menos que el grupo de control.
El motivo de la asociación entre la educación y el TCSM no está claro, pero quizás las personas con un menor nivel educativo tengan tipos de sueños distintos que hagan que los exterioricen más, apuntó Harris.
La relación entre ciertos factores fue distinta para el TCSM y el Parkinson. Mientras que la ingesta de cafeína y fumar cigarrillos pareció proteger a las personas de los síntomas de Parkinson, los investigadores no hallaron ninguna asociación entre el uso de cafeína y el riesgo de TCSM, y encontraron que fumar aumentaba el riesgo de sufrir de TCSM en 43 por ciento.
"Creo que es bastante interesante", afirmó Postuma. "Hace que uno piense sobre los mecanismos de estas enfermedades".
El estudio halló una asociación, no una relación causal, entre esos varios factores y el riesgo de TCSM.
Algunas formas de Parkinson probablemente tengan que ver con la degeneración de las células nerviosas en la región del sueño del cerebro antes de que la enfermedad ataque a las áreas motoras, provocando temblores y problemas de coordinación, explicó Postuma.
Sin embargo, no todos los pacientes de TCSM desarrollan Parkinson o DCL, y quizás algunas formas de TCSM afecten solo a la parte del cerebro que tiene que ver con la regulación del sueño, añadió.
"Las personas que tienen TCSM deben consultar a un neurólogo", enfatizó Postuma. Aunque no es posible prevenir ni el Parkinson ni la DCL, los médicos pueden monitorizar a estos pacientes y asegurarse de que obtengan el mejor tratamiento para gestionar su enfermedad.
El TCSM también es tratable, y el medicamento más común es el clonazepam (con el nombre de marca Klonopin), que puede relajar los músculos durante el sueño, apuntó Harris.
"Lo primero que hacemos siempre es modificar el ambiente de sueño para reducir el riesgo de lesión", comentó.
Postuma y colegas estudian ahora otros factores que podrían aumentar el riesgo de TCSM, que incluyen los antecedentes familiares y ciertos fármacos y enfermedades.

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