La Unidad de Investigación de Enfermedades Renales (UIMER) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, realizó un estudio en el cual se establece la dieta adecuada que debe llevar un paciente diabético.
El investigador del IMSS en Jalisco, Héctor Ramón Ramírez Martínez, señaló que esta alteración de la salud constituye la primera causa de enfermedad renal crónica, por lo que es fundamental la detección oportuna, una dieta saludable y de ejercicio.
Mencionó que lo anterior, motivó a esta área de investigación del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) a realizar un estudio para determinar la calidad de la dieta en pacientes diabéticos tipo 2 con enfermedad renal temprana y generar hábitos de alimentación saludables con el fin de disminuir la progresión de la nefropatía.
Explicó que en una etapa inicial esta investigación se llevó a cabo con una muestra de 132 derechohabientes con diagnóstico de diabetes tipo dos, con una edad promedio de 60 años, 52% de ellos perteneciente al género masculino.
Indicó que los resultados del presente estudio muestran que una dieta de mala calidad es muy frecuente en estos pacientes y puede contribuir a un mal control metabólico, así como al deterioro de la función renal.
?Por lo tanto, es necesario promover estrategias eficaces para mejorar la calidad de la dieta y evitar la progresión del daño renal?, resaltó el investigador del IMSS.
Por su parte, la investigadora auxiliar y nutrióloga, Erika Fabiola Gómez García, señaló que de los 132 pacientes evaluados únicamente el 10% tiene una dieta considerada como saludable, mientras el 90% mantiene una alimentación poco saludable que requiere de mejoras.
Indicó que la mala calidad de la dieta en pacientes con diabetes juega un papel central en el desarrollo de Enfermedad Renal Crónica debido a la carga de glucosa, composición de ácidos grasos, bajo contenido de fibra entre otros aspectos nocivos.
Mencionó que solo 30% de los pacientes evaluados reconoció que la dieta es parte del tratamiento integral de la nefropatía.
Asimismo, dijo, únicamente una tercera parte de los encuestados refirió realizar actividad física, lo que fue evidente dado que la mayoría de la muestra presentó sobrepeso y el diámetro de su cintura reflejó riesgos en el aspecto cardiovascular.
Gómez García indicó que aún en algunos pacientes que mantienen una dieta saludable en este estudio rebasaban niveles de consumo de grasa y requerían ajustes como el incrementar su ingestión diaria de fibra.
La especialista agregó que muchos pacientes diabéticos se niegan a seguir un régimen al pensar que tendrán la prohibición de consumir diversos alimentos que, aseguró, es falso.
Afirmó que la dieta del paciente diabético puede prácticamente incluir todo tipo de alimentos aunque su consumo debe ser moderado. Para estas personas se recomienda la ingestión diaria de 25 a 35 gramos de fibra, aumentar frutas y verduras y realizar ejercicio mínimo durante 15 minutos por día.
Ambos investigadores dieron a conocer que en una segunda etapa del estudio se abordará la intervención educativa para incrementar la motivación hacia los pacientes, para que mantengan una dieta adecuada con una orientación nutricional, acondicionamiento físico y modificación de factores de riesgo.
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