¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

El apoyo paliativo a pacientes de cáncer es todavía insuficiente en El Salvador.


Cinco pacientes del área de Oncología Clínica del hospital Rosales son referidos al Hospital Divina Providencia cada mes porque, según los médicos, ya no queda más tratamiento que ofrecerles que cuidados paliativos.
"Suena duro", reconoce el médico jefe de Oncología Clínica del Rosales, Rolando Silva, pero el Divina Providencia tiene un área especializada para el manejo del dolor, explica. En ésta se brindan medicamentos como analgésicos y morfina.
Pero no todos los pacientes en la fase terminal del cáncer aceptan irse al Divina Providencia. La mitad de ellos considera que será mejor atendido en su casa, por lo que regresan a sus hogares dispuestos a morir, pero rodeados de su familia.
El hospital, administrado por religiosas católicas, es un centro sin fines de lucro que, al igual que el Instituto del Cáncer de El Salvador (ICES), depende de los donativos de empresas y ciudadanos para seguir funcionando.
Además de cuidados paliativos, ofrece alojamiento a pacientes que viven lejos de San Salvador y que necesitan pasar consulta o recibir tratamiento ambulatorio en el hospital Rosales. "El paciente está controlado y necesita estar viniendo... Ahí les dan un buen servicio de atención", afirma Silva.
Cinco pacientes reciben este servicio, también gratuito, cada mes.
Pero la capacidad del Divina Providencia es limitada. Por ello, hay quienes buscan alojarse en casas de amigos o conocidos, con tal de ahorrarse el gasto de pagar por un alojamiento para el enfermo y quien lo acompaña.
El Instituto del Cáncer de El Salvador también contaba con la colaboración del Hogar San Vicente de Paúl. Este brindaba alojamiento y transporte a pacientes residentes en la zona rural. Fue así hasta que un accidente de tránsito, cerca de El Poliedro, dejó al hogar sin microbús.
En busca de fondos
Aunque realizan una labor que, según la Constitución, le corresponde al Estado, tanto el Hospital Divina Providencia como el ICES carecen de apoyo suficiente.
Por ello, ciudadanos de todas las condiciones sociales se organizan para apoyar su labor como voluntarios u organizando actividades para recolectar fondos.
El próximo 15 de diciembre, colaboradores del Divina Providencia llevarán a cabo un desayuno católico para recaudar fondos, en el que la predicación estará a cargo de monseñor Rafael Urrutia. Las tarjetas, explica la "fan page" y la página web del hospital, pueden adquirirse en sus oficinas, de lunes a viernes, de 9:00 de la mañana a 12:00 meridiano, y de 2:00 a 4:00 de la tarde.
Desde la "fan page" de elsalvador.com se planteó a los usuarios que los pacientes con cáncer que viven en la zona rural tienen dificultades económicas para seguir su tratamiento en San Salvador.
Ante esto, se preguntó: "¿Cómo podría la sociedad salvadoreña ayudarles para hacer más fácil y llevadera su lucha contra el cáncer?".
Quienes respondieron, sugirieron desde que la empresa privada apoye más la labor que desempeñan el Hospital Divina Providencia y el ICES, hasta que el impuesto al combustible con que se financia el subsidio al transporte público sea utilizado mejor para dar transporte y alojamiento a los pacientes con cáncer del interior del país. Al respecto, el usuario de Facebook Adamar Calderón aseguró: "Gustosamente, muchos lo aportaríamos para este tipo de necesidades. Debemos ser bondadosos con los menos favorecidos, y esta sería una forma de hacerlo".
Elizabeth Navarrete fue más allá del dinero. Sugirió hacer campañas de recolección de fondos que sean administrados "de forma transparente". Además, llamó a la empresa privada a incluir los centros de atención y prevención del cáncer en su presupuesto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Por su parte, la usuario de Facebook Mumma Vásquez instó a que los ciudadanos, el gobierno, las empresas y las asociaciones sin fines de lucro organicen una teletón. Los fondos recaudados, en su opinión, deberían servir para "crear un equipo que pueda ofrecer el servicio de transporte a los pacientes".
Fuente: elsalvador.com

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