Los pacientes
en todo el mundo a quienes se les receta marihuana para calmar los fuertes
dolores provocados por algunas enfermedades como el cáncer y la esclerosis
múltiple pronto podrían obtener los beneficios de este analgésico sin tener que
experimentar sus efectos psicotrópicos conocidos como "viaje".
El elemento de la marihuana que da la sensación de estar
drogado es el THC (tetrahidrocannabinol), pero la planta también tiene una
sustancia, llamada CBD (cannabidiol), que no es psicoactiva y ayuda a calmar el
dolor y a reducir la inflamación.
"Tenemos una sustancia no tóxica, muy activa como
antiinflamatorio y analgésico y poco costosa de cultivar", dijo a CNN Ruth
Gallilly, investigadora de la empresa de biotecnología Tikun Olam, que produce
esta marihuana modificada.
Tzahi Klein, director del proyecto, explicó a EFE en
junio: "Hemos desarrollado especies de marihuana sin THC y con una mayor
concentración de CBD, que llega a un 18 % (frente al entre 2 y 8 % habitual).
Es un avance agrícola que supone un paso más para que esta
planta pueda verse como una medicina completa, y no como
una planta satánica que solo tiene efectos perjudiciales".
"No solo tratamos pacientes de cáncer, sino también
problemas neurológicos y estamos avanzando mucho en las aplicaciones en
enfermedades geriátricas: tenemos unos resultados espectaculares en el
tratamiento de los espasmos, porque es muy buen relajante muscular, pero también en la aplicación en casos
de demencia, parkinson o pérdida del apetito", dijo Klein a EFE.
La marihuana
ha sido legal durante más de una década en Israel y para obtenerla se requiere
de receta médica.
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