Los últimos estudios sobre las consecuencias a corto plazo causadas a la salud por el tabaco, hacen referencia a la pérdida de la memoria y al deterioro de las capacidades mentales.
De acuerdo con diario femenino.com, el consumo del cigarro disminuye nuestra capacidad de atención, concentración y análisis, algo que no sólo nos afecta a nivel personal sino también laboral.
Además, no hace falta fumar durante muchos años para que aparezcan determinadas complicaciones respiratorias y problemas de circulación, que se traducen inmediatamente en un mayor cansancio y en la incapacidad para realizar esfuerzos físicos, como subir rápidamente escaleras o levantar peso. Los trastornos digestivos como úlceras, gastritis o ardores de estómago tampoco tardan demasiado en hacer su aparición en la vida del fumador, además de tener más facilidad para coger infecciones debido al rápido debilitamiento del sistema inmunitario. Al igual que la inflamación de las encías, el enrojecimiento de los ojos y la pérdida del sentido del olfato y del gusto, que se presentan como algunos de los problemas más comunes y más inmediatos del tabaco.
Formulan vacuna antitabaco
Según los expertos, una inyección sería suficiente para transformar el hábito de los pacientes y que la aplicación a los niños evitaría a que se vuelvan adictos en el futuro.
El diario The Telegraph, del Reino Unido, afirma que el Colegio Médica Weill Cornell de Nueva York, desarrolla un proyecto para ayudar a quienes desean dejar en el olvido de una vez por todas el vicio de fumar sea una realidad.
El proyecto consiste en crear una inyección de genes que generan anticuerpos contra la nicotina, es decir, haría que el individuo, al tener en su organismo los genes, automáticamente generarían una actitud de rechazo alojado en el mal gusto que provocarían los anticuerpos hacia la nicotina.
El mecanismo consiste en “engañar” al hígado para generar continuamente anticuerpos, asegurando que siempre estén en la sangre para combatir la nicotina que entra al cuerpo.
La evaluación fue realizada en ratones, los cuales, previamente vacunados, se les dio nicotina, del cual, la reacción del anticuerpo fue el recorte del 85% de nicotina que llegaba al cerebro evitando, así, los frecuentes efectos secundarios.
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