¿Cuándo se debe notificar RAMS?

Imagen
  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

El Salvador sigue sin política nacional contra el cáncer


El Salvador sigue sin política nacional contra el cáncer y sin sistema único de información sobre el impacto de esta enfermedad en la población. "Estamos trabajando en eso", aseguró ayer la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, durante un acto alusivo al día Internacional de la Lucha contra el Cáncer, que se realiza cada 4 de febrero.
Cuestionada sobre la existencia o no de una política nacional contra el cáncer, Rodríguez afirmó: "La dispersión, a veces, de la atención, hace que esto, a veces, no logre una acción conjunta". Por eso, indicó, está tratando de acercar a todas las instituciones que trabajan en el tema para hacer un esfuerzo unificado.
En el país, los pacientes con cáncer son referidos por los hospitales departamentales a Maternidad, el Rosales y el Bloom, según sea el caso. Muchos de ellos, a su vez, son atendidos en el Instituto del Cáncer de El Salvador, una ONG sin fines de lucro regentada por la Liga Nacional Contra el Cáncer. Cuando los médicos consideran que ya no hay más tratamiento que ofrecer o cuando los pacientes viven tan lejos que necesitan un lugar donde alojarse son referidos al hospital Divina Providencia, administrado por religiosas y que también funciona gracias a los donativos de personas altruistas.
Sin registro de tumores aún
Otro de los problemas que enfrenta la lucha contra el cáncer es la falta de un registro nacional de tumores.
Al respecto, el doctor Gonzalo Beltrán Castro, director del Instituto del Cáncer de El Salvador, afirmó: "Es importantísimo para hacer nuestras proyecciones futuras en cuanto a presupuestos, a costos, a necesidades de tratamiento en quimioterapia, quirúrgico y radioterapia".
Recordó que el registro de tumores fue iniciado durante la gestión del doctor Narciso Díaz Bazán, de grata recordación. Por ello, de llegarse a reactivar, el instituto ha pedido estar a cargo de este. "Concentraríamos toda la información del cáncer en El Salvador: su procedencia, su incidencia, su tratamiento, su evolución, su control y su curación", explicó Beltrán Castro.
Cada día, en el Instituto del Cáncer se atiende a 100 pacientes en consulta externa, se aplica cobaltoterapia a 120 pacientes con distintos tipos de cáncer y se aplica braquiterapia a ocho pacientes con cáncer de cuello uterino.
El 20 % de los pacientes del instituto es hombre, en quien se suele detectar cáncer pulmonar, gastrointestinal y de próstata.
El Rosales maneja sus propias estadísticas. La mayoría de patologías que se atienden en este hospital público es detectada en mujeres. El jefe del servicio de Oncología Clínica, doctor Rolando Silva, considera que esto se debe a que en el país hay más mujeres que hombres y al hecho de que ellas "se preocupan más por su salud".
Los casos más frecuentes entre las mujeres son el cáncer de cérvix y el de mama. Tanto en hombres como en mujeres se detectan el cáncer del tubo digestivo, el de estómago y el de colon. En los hombres mayores es común el cáncer de próstata.
Al ser cuestionado sobre cuánto personal médico labora en el área de Oncología Clínica, Silva respondió: "Contamos con personal que le echa mucha gana... Tenemos, eh, cinco cirujanos oncólogos, de los cuales dos son ad honorem".
El galeno añadió que el 19 % de los egresos del hospital Rosales es de pacientes con cáncer. Además calcula que de una cuarta a una tercera parte del gasto en medicinas es para pacientes oncológicos.
Sobre la falta de un registro unificado sobre el impacto del cáncer en el país, el médico matizó: "Trabajamos en conjunto con el hospital de Maternidad, con el Instituto del Cáncer y a veces es bien difícil tener (estadísticas) porque es un paciente que necesita tratamiento multidisciplinario".
Por ello, el mismo paciente que es atendido en el Rosales puede recibir radiación en el Instituto del Cáncer. "Tendrían que depurarse bastante las listas, para ver... Pero sí, por ejemplo, de cáncer de mama se están viendo como unos 350 casos solo aquí, en el Rosales", agregó Silva.
El apoyo recibido
A finales de 2012, el Instituto del Cáncer enfrentaba una crisis: las fuentes de cobalto de sus dos máquinas estaban por agotarse. Beltrán Castro aseguró que actualmente están en cooperación con el Minsal a través de su unidad coordinadora de proyectos, para utilizar los fondos recibidos a través de un préstamo aprobado por la Asamblea a finales del año pasado, para la compra de una nueva unidad de cobalto. Después se compraría una nueva fuente de cobalto para la otra máquina.
El costo de los tratamientos es aproximadamente de $1,500 por cada aplicación de braquiterapia y entre $2,000 y $2,500 en el caso de cada cobaltoterapia. El presupuesto del Instituto es de $1.5 millones aproximadamente, de los que 500 mil dólares son aportados como subsidio gubernamental. "El resto", reconoció Beltrán Castro, "es aporte de pacientes".

Comentarios

Entradas populares de este blog

El grave problema de dar sobredosis de medicamentos en niños

Recomendaciones para prevenir el Dengue.