El tipo de
trabajo que las personas tienen podría aumentar su riesgo de desarrollar asma
en la adultez, sugiere un nuevo estudio británico. Rebecca Ghosh, del Colegio Imperial
de Londres, y colegas, hallaron que uno de cada seis casos de la afección se
relacionaba con el lugar de trabajo.
Notaron que el desarrollo del asma en la
adultez se asociaba claramente con 18 ocupaciones distintas, en particular los
trabajos de limpieza en que las personas se exponen a las sustancias químicas.
Otras categorías laborales relacionadas con el asma en la adultez fueron la
agricultura, la peluquería y la impresión.
En el
estudio participaron 7,500 adultos británicos nacidos en 1958. Los
investigadores examinaron la información sobre los historiales laborales de los
participantes hasta los 42 años de edad. También recopilaron información sobre
sus síntomas de asma o bronquitis sibilante a los 7, 11, 16, 33 y 42 años de
edad. La sensibilidad a los alérgenos y la potencia pulmonar de los
participantes también se evaluaron, a los 42 y 45 años de edad.
Usando la
Matriz de exposición laboral específica para el asma, los investigadores
calcularon entonces la exposición de los participantes a compuestos con una
relación conocida con el asma, lo que incluye irritantes respiratorios y
agentes de alto riesgo como la harina, las enzimas, los productos de limpieza o
desinfección, los metales y los vapores de metal, y la producción textil.
El estudio aparece
en la edición en línea del 21 de enero de la revista Thorax.
De los
participantes del estudio, el 25 por ciento eran fumadores para cuando
cumplieron 42 años. A esa edad, el 9 por ciento de los adultos sufrían de asma,
y el 87 por ciento tenían trabajos. Más de la mitad, o el 55 por ciento, de los
que estaban empleados eran empleados de oficina.
Los
investigadores también señalaron que el 25 por ciento de los participantes
nunca tuvieron un trabajo que aumentara el riesgo de asma. Sin embargo, el estudio
sí revelo que el 8 por ciento habían sido expuestos a agentes de alto riesgo, y
que el 28 por ciento habían sido expuestos a agentes de bajo riesgo. Mientras
tanto, el 34 por ciento habían sido expuestos a agentes tanto de alto como de
bajo riesgo.
Tras tomar
en cuenta otros factores, los investigadores hallaron que el 16 por ciento de
los casos de asma con inicio en la adultez entre los participantes podían
explicarse mediante sus trabajos. Aunque el estudio halló una asociación, no
probó que la naturaleza de sus ocupaciones provocara el inicio del asma.
El estudio
mostró que los expuestos a los agentes de bajo riesgo tenían un 20 por ciento
más probabilidades de desarrollar asma en la adultez. Las personas expuestas a
agentes de alto riesgo tenían un 53 por ciento más probabilidades de ser
diagnosticadas con la afección respiratoria. Los participantes expuestos a
ambos tipos de agentes tenían un riesgo un 34 por ciento más elevado de
desarrollar asma.
Los
hallazgos sugieren que los trabajos de limpieza o con agentes de limpieza
mostraron el vínculo más firme con el asma en la adultez. La agricultura
cuadruplicó y más el riesgo de la afección, la peluquería duplicó el riesgo, y
el trabajo en imprentas triplicó el riesgo, apuntaron los autores del estudio
en un comunicado de prensa de la revista.
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