El geriatra del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, Antonio Kobayashi Gutiérrez, invitó a evitar exponerse al sol, sobre todo a los rayos ultravioleta, para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Comentó que a partir de los 30 años la piel comienza a envejecer de manera natural, debido a que se reduce la regeneración celular, la producción de colágeno y de hormonas esteroideas como el estrógeno y la testosterona entre otras modificaciones orgánicas.
Dijo que exponerse al sol de manera constante y sin protección puede originar la aparición de arrugas y manchas en personas jóvenes, sobre todo si éstas no tienen hábitos saludables como dieta que incluya antioxidantes, pero también influyen el tabaquismo, el consumo de alcohol y la insuficiencia de horas de sueño.
"De hecho, no sólo el sol produce los rayos ultravioleta, sino también la luz artificial proveniente de lámparas e incluso de los protectores de pantallas de las computadoras por lo que lo ideal es utilizar el protector solar todos los días", apuntó.
Expresó que el protector solar debe aplicarse dos veces al día, la segunda alrededor de las 11:00 o 12:00 horas, que es cuando se producen con mayor intensidad las radiaciones y debido a que al paso de algunas horas se pierde la acción bloqueadora.
Precisó que durante la temporada de calor, los adultos mayores deben tomar medidas preventivas como no exponerse directo al sol, utilizar ropa de temporada de telas ligeras que permitan proteger sobre todo brazos, piernas, cuello y espalda, usar cremas hidratantes y consumir mínimo 1.5 litros de agua al día para evitar deshidratación.
Señaló que los adultos mayores son más propensos a padecer quemaduras de piel o lesiones como tumores producto de la exposición solar, "es entre los 50 y 60 años cuando suele expresarse el cáncer de piel producto de haberse asoleado de manera excesiva a lo largo de muchos años".
Indicó que las personas de edad avanzada suelen presentar, además de manchas y arrugas producto del envejecimiento natural, algunas dermatosis o lunares, y comezón e irritación derivado de la resequedad, que aunado a enfermedades como diabetes, pueden requerir de tratamiento especializado.
Recomendó a la población geriátrica "el uso de jabones que contengan emolientes y algún tipo de nutrientes como la avena y hacer uso a lo largo del día, de cremas humectantes, debido a que el envejecer las personas producen menos cebo y tienden a sufrir deshidratación de la dermis".
Exhortó a la población acudir de inmediato con el dermatólogo ante la aparición de lunares con tonalidades variadas, que tengan bordes irregulares o que presenten un crecimiento acelerado, con el fin de descartar lesiones malignas como el melanoma.
Comentarios
Publicar un comentario