¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

Urgen desarrollar centros de información toxicológica en El Salvador.


Debido a que El Salvador han aumentado los casos de intoxicación tanto accidental como premeditada la más  reciente  la muerte por organo fosforado (lannate) de la familia en Nahuizalco urge impulsar campanas de prevención para evitar este tipo de tragedias y una estrategia utilizada en países desarrollados desarrollar  Centros de información toxicológica en El Salvador.
Entre los objetivos de estos centros están:
a.Brindar información a nivel nacional sobre sustancias químicas potencialmente tóxicas durante  las 24 horas  del día, los 365 días del año en forma telefónica, por escrito o personalmente.
b.Dar asesoramiento sobre el  diagnóstico  y  tratamiento  precoz  y  específico  de las intoxicaciones.
c.Promoción de salud.
Por lo que la prevención juega un papel muy importante también y estos centros lo promueven.
Además de esta trágica muerte también han aumentado dramáticamente los casos de insuficiencia renal causado por agroquímicos.
En pasados días los pobladores y los medios de comunicación denuncian desde hace años el alarmante incremento de casos de enfermedades vinculadas a fallos renales en el área del Bajo Lempa, dedicada por más de un siglo al cultivo de algodón y que, en consecuencia, fue agredida por el uso intensivo de agroquímicos. 
El monocultivo algodonero se sustituyó en los años 70, pero herbicidas y pesticidas altamente tóxicos se siguen usando, sin ninguna protección, en la producción de maíz, frijoles y otros vegetales. 
Esas cifras son alarmantemente superiores a las encontradas en otros países, destaca el estudio Nefrolempa, una investigación iniciada en 2009 por el Ministerio de Salud, cuando llegó al poder el izquierdista moderado Mauricio Funes, apoyado por el exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). 
La prevalencia de insuficiencias renales crónicas hallada por estudios epidemiológicos similares en diferentes países fue de entre 1,4 y 6,3 por ciento, cita la investigación. 
Entre los factores de riesgo encontrados en el estudio, el 82,5 por ciento de los hombres de la zona está en contacto con agrotóxicos. 
Se utilizan químicos como el DDT (dicloro difenil tricloroetano), un compuesto usado intensivamente como insecticida en el siglo XX, hasta que fue prohibido por sus efectos nocivos a la salud. 
Pero en El Salvador se siguen comercializando otros agroquímicos muy tóxicos, como el gramoxone o el hedonal, indicó el experto. 
La mayoría de los pesticidas químicos han sido comercializados por compañías internacionales como la firma transnacional alemana Bayer, la cual se cree tiene gran parte de la responsabilidad de la agrotoxicidad en el Bajo Lempa. 
Los agricultores del Bajo Lempa raramente son instruidos sobre cómo regar los pesticidas, y son pocos los que utilizan guantes y mascarillas para protegerse de los químicos. 
También insecticidas caseros y productos de limpieza para el hogar pueden ocasionar intoxicaciones  los estudios indican que entre el 80 y el 90 por ciento de los casos de exposición a pesticidas tienen lugar en espacios cerrados y que en los hogares se han hallado niveles apreciables de residuos en suspensión de hasta una docena de pesticidas diferentes, lo que se debe al hecho de que los pesticidas presentes en el hogar provienen de diversas fuentes, tales como los suelos contaminados, el polvo en suspensión o el que se introduce a través de la suela del calzado, los recipientes de  pesticida guardados y las superficies que absorben y posteriormente liberan vapores de pesticidas.
Por lo que campañas de información de uso seguro de insecticidas aportarían mucho a los agricultores y así evitar mas intoxicaciones tanto voluntarias como involuntarias, esperando que las Universidades u ONGs hagan una  campaña mas agresiva para proteger a la población y  esperar que  los políticos impulsen leyes mas drásticas para proteger a la población de estos agroquímicos e insecticidas caseros.

Por: Daniel Saravia.
Servicio de Información de Medicamentos
CIMES



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