El aumento
del uso de los antibióticos agrava los costes sanitarios y puede incrementar su
toxicidad, sobre todo en pacientes con más factores de morbilidad y mortalidad,
advierte la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología
Clínica (SEIMC) durante su congreso anual.
Y es que,
una vez que las bacterias son resistentes, los antibióticos que se utilizan
habitualmente ya no son eficaces y los médicos tienen que elegir otros
distintos. Con frecuencia, los únicos antibióticos que se pueden utilizar en
estos casos son antibióticos antiguos que se desarrollaron hace décadas y cuyo
uso se limitó debido a los efectos secundarios.
“Desde la
Sociedad trabajamos diariamente en el estudio, la investigación y la
concienciación de médicos y pacientes para promover el uso responsable de los
antibióticos. La SEIMC, el Ministerio de Sanidad y las agencias internacionales
de la salud consideran la resistencia a los antibióticos una prioridad de salud
en toda Europa. Este no es un problema de un solo día sino de todos los días,
que debe ser abordado de manera rigurosa y mediante el trabajo en equipo de
todos los sectores afectados”, ha señalado el doctor Rafael Cantón,
representante de SEIMC.
Desde esta
Sociedad tratan, desde hace años, de concienciar a la población y a los médicos
que prescriben este tipo de medicamentos para disminuir el riesgo que supone
para los ciudadanos hacer un uso abusivo o incorrecto de los antibióticos.
Y es que el
uso prudente de los antibióticos puede contribuir a detener el desarrollo de
bacterias resistentes y ayudar a que este tipo de medicamentos sigan siendo
eficaces para las generaciones venideras. Según datos de la Agencia Europea del
Medicamento (EMEA), la disponibilidad de nuevos antibióticos para tratar
bacterias que ya son multi-resistentes es muy escasa en la actualidad.
Los dos
grandes pilares del control de las resistencias se basan en el uso prudente de
los antibióticos, sólo cuando se necesitan no en infecciones virales como
resfriados, catarros y gripes (para frenar la aparición de nuevas resistencias)
y en las medidas de control de la infección como el lavado de manos (para
prevenir la infección y frenar la transmisión de las bacterias resistentes).
Según el
último informe del ECDC que recoge datos del año 2011, España, junto con
Portugal, Italia y Grecia es uno de los países europeos con mayores tasas de
resistencia a las fluoroquinolonas en "Escherchia coli", bacteria que
provoca con frecuencia infecciones urinarias, y que supera cifras del 30%.
En esta
bacteria, las resistencias a las cefalosporinas de tercera generación,
antibióticos utilizados con frecuencia en los hospitales, supera el 12% de los
aislados, siendo necesario en las infecciones producidas por estos
microorganismos utilizar antibióticos de mayor espectro - See more at: http://www.consalud.es/see_news.php?id=5704#sthash.qPEObYOo.dpuf
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