¿Cuándo se debe notificar RAMS?

Imagen
  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

La prescripción por principio activo 'obliga' al farmacéutico a estar al tanto de los excipientes


Aunque los excipientes son por definición sustancias inertes, lo cierto es que tienen la capacidad de producir reacciones indeseables, y no sólo en los pacientes más sensibles. Un artículo publicado en el último número de Australian Prescriber recuerda que ante determinadas reacciones adversas a los medicamentos no está de más sospechar del excipiente.
Esta llamada de atención a los sanitarios, advierte la vicepresidenta de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, Ana Molinero, cobra un especial sentido con el último RDL: "A partir de ahora, con la prescripción por principio activo, la farmacia deberá estar más alerta a los excipientes, ya que a la hora de elegir el que se encuentre en precio menor habrá que considerar también si los excipientes son los adecuados para un paciente concreto".Aunque entiende que la atención al excipiente no depende de marcas o EFG, lamenta que "a la hora de hacer un cambio de prescripción de marca a genérico no se suelen tener en cuenta los excipientes".
En este asunto, el farmacéutico, por su formación académica, sería el profesional que más puede intervenir para reducir riesgos, asegura Dolores Veiga, profesora titular del Departamento de Tecnología Farmacéutica de la Universidad Complutense de Madrid. "La gran ventaja que tenemos en España respecto a otros países es que el medicamento no es un artículo de venta libre, sino que tiene detrás al farmacéuticos". Por eso, resalta, no entiende que sea un asunto preocupante la prescripción por principio activo. En España existe una lista de excipientes de declaración obligatoria por sus riesgos en determinadas poblaciones, como la lactosa, para los intolerantes, o la sacarosa, en el caso de los diabéticos.
Es un listado "vivo", señala Veiga, abierto a la introducción de nuevos excipientes y a la labor de farmacovigilancia de las autoridades sanitarias. Sin embargo, Vicente Baos, del Grupo de Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), entiende que cabría mejorar la indicación de estos excipientes en el cartonaje, y evitar así posibles peligros.
PACIENTES ADVERTIDOS
Pero, ¿cuáles son los excipientes que ocasionarían más problemas en España? Los expertos coinciden en que, en general, los potencialmente más dañinos no suelen ocasionar problemas porque los pacientes ya conocen sus riesgos. Es lo que sucedería con excipientes de uso común como la glucosa, la sacarosa, la lactosa, el gluten y el huevo (sobre todo en vacunas) en diabéticos, intolerantes o celíacos, detalla Molinero.
Otros que pueden llegar a causar problemas en población general, apunta, serían el glicerol (dolores de cabeza, molestias de estómago, diarrea), sorbitol (molestias de estómago y diarreas) y tartrazina y colorantes azoicos (alergia y asma en pacientes alérgicos al ácido acetil salicílico).
Los excipientes aromatizantes o saborizantes, como las esencias de frutas, y que son muy utilizados en formulaciones pediátricas, pueden producir reacciones alérgicas "en lactantes en los que no se conoce su intolerancia". También el sodio, contenido en los efervescentes, es un excipiente. El Boletín Terapéutico Andaluz advertía este verano de que el uso continuado de estas formulaciones podría perjudicar a los pacientes que sufren hipertensión arterial, insuficiencia renal o cardiaca. Sin embargo, los expertos coinciden en que no se debe caer en el alarmismo.
De hecho, las reacciones a excipientes que se observan en primaria, advierte Baos, "son extraordinarias, por lo que, en general, no es una pregunta que se formule a los pacientes en el momento de la prescripción de un medicamento".

Comentarios

Entradas populares de este blog

El grave problema de dar sobredosis de medicamentos en niños

Recomendaciones para prevenir el Dengue.