¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

La salud del adulto mayor


 El siglo pasado ha sido testigo de un cambio lleno de desafíos en la conformación por edades para la población. Por ejemplo, en Estados Unidos la población mayor a los 65 años aumentó del 4% en 1990 a 13% en 1990 y se espera un alcance de un 20% para el año 2030.
Con esto, más que nunca, aumenta el interés de identificar factores que conduzcan a un envejecimiento saludable. Una buena nutrición a través de toda la vida constituye un factor fundamental en la determinación de la calidad de vida que podría esperar una persona en su vejez.  
El envejecimiento se caracteriza por una pérdida progresiva de la masa corporal magra, así como cambios en la mayoría de los sistemas corporales. Entre los cambios que se dan están la disminución de los sentidos, problemas en los huesos y músculos, deterioro bucal, cambios estomacales que afectan el apetito y la capacidad de digestión y absorción de los alimentos.
Las enfermedades cardiovasculares son las responsables del 70% de las muertes en los individuos de 75 años o más. En fin, en esta etapa se presentan múltiples cambios que requieren especial atención, entre ellos la alimentación.
Dado que todos vamos hacia la vejez o tenemos familiares cercanos que están en esta etapa, algunas recomendaciones para vivir mejor en esta etapa, cabe resaltar que entre más joven se inicie una vida saludable, más beneficios se obtendrá en el futuro.
Frutas y Vegetales: enfatice la compra de aquellos vegetales verdes y amarillos, frutas cítricas, bananos y papas los cuales proveen carotenoides, vitamina B6, vitamina C, potasio, magnesio y fibra, esenciales para todas las etapas de la vida y más en la etapa adulta.
Granos Integrales: estos incluyen pan integral, avena, salvado de trigo los cuales contribuyen con una fuente importante de fibra.
Postres: si consume postres, trate de elegir los que lleven frutas crudas o cocidas, pudines, helados bajos en grasa, camote, bananos; esto aumenta el consumo de carotenoides, hierro, potasio, calcio y vitaminas y minerales.
Lácteos: ofrezca lácteos bajos en grasa como la leche, el yogurt, quesos frescos y utilícelos para fortificar sopas, salsas o purés. Si la persona es intolerante sustituya con productos de soya.
Energía: Muchos estudios demuestran que el bajo peso se relaciona con una tasa de mortalidad tan alta como la obesidad moderada, en particular en adultos de 60 años o más. Los requerimientos de energía en el adulto disminuyen, en especial porque el metabolismo presenta una declinación normal. Dietas muy bajas en calorías kilocalorías proporcionan cantidades inadecuadas de proteínas, calcio, hierro y vitaminas. Sin embargo, si se presenta alguna patología importante que implique bajar peso, las calorías deberán reducirse.
Proteínas: Si este grupo de alimentos no se consume adecuadamente, la desnutrición proteico-calórico puede constituir un problema particular. Las deficiencias de este macronutriente contribuyen a edema, fatiga, debilidad muscular y consumo tisular. Las heridas cicatrizan con lentitud, y es posible que la respuesta inmunológica corporal se altere. Por tanto se recomienda que del total de calorías suministrada se consuma un 15-20% en forma de proteínas; esto serían 2-3 porciones de 3 onzas por día.
Grasa: Los niveles séricos de colesterol en varones tienden a llegar al máximo a mediados de la adultez y después caen ligeramente, mientras que los niveles de colesterol en las mujeres continúan elevándose con la edad. Para ello el consumo de grasas deberá de ser alrededor de un 30% de las calorías totales aportadas en forma de grasa mono saturada o poli-insaturada (grasas vegetales o buenas).
Agua: La deshidratación es la causa más frecuente de alteraciones de los líquidos y los electrolitos. La reducción en la sensación de sed y la menor ingesta de líquidos junto con la necesidad fisiológica y disminución de la conservación  del agua por parte de los riñones son factores importantes que contribuyen a las alteraciones.
La ingesta deficiente de líquidos ante una diarrea o fiebre podría favorecer una deshidratación clínica que requiera hospitalización. Medicamentos como laxantes y diuréticos disminuyen los líquidos con rapidez. Asimismo se deben vigilar los pacientes con incontinencia de manera cuidadosa.
Fortalecer los huesos: Se debe evitar el fumado y el uso excesivo de alcohol, se debe realizar ejercicio físico regular lo cual fortalecerá la masa muscular y evitará lesiones y fracturas recurrentes. Se debe aumentar la ingesta de calcio lo cual ayudará a preservar la masa existente, esta recomendación se da especialmente para mujeres a 5 años o menos de su menopausia ya que es más efectivo que cuando cesa la menstruación.
Autora:Larisa Paez, financiero.cr

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