¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

Ciruelas y duraznos, nuevos aliados contra el síndrome metabólico


Ciertos compuestos activos de estas frutas ayudan a mantener a raya esta condiciópn, que incluye una variedad de alteraciones como alto nivel de glucosa en sangre, hipertensión y colesterol elevado. La obesidad es uno de sus principales factores de riesgo.
Las frutas conocidas como drupas, que incluyen a las ciruelas y duraznos, ayudan a prevenir el síndrome metabólico, una condición que a su vez aumenta fuertemente el riesgo de sufrir diabetes, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Texas (Estados Unidos) mostró que ciertos compuestos activos de estas frutas ayudan a mantener a raya al síndrome metabólico, una condición que incluye una variedad de alteraciones como alto nivel de glucosa en sangre, hipertensión y colesterol elevado. La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo del síndrome metabólico.
Luis Cisneros-Zevallos, especialista en alimentos a cargo de la investigación, detalla que ″cada una de estas frutas contiene grupos fenólicos similares pero en proporciones diferentes, por lo cual todas ellas constituyen una buena fuente de compuestos saludables y pueden complementarse una a la otra″.
Cisneros-Zevallos explica que encontraron que estas frutas tienen componentes fenólicos que actúan a nivel celular, generando reacciones que previenen la obesidad, la inflamación y la diabetes. Además pueden disminuir el nivel de colesterol malo (LDL o liproproteína de baja densidad) en sangre.
″Nuestro estudio muestra que los cuatro principales grupos fenólicos – antocianinas, ácidos clorogénicos, derivados de la quercetina y catequinas – trabajan en diferentes tipos de células: células adiposas, macrófagos y células endoteliales de los vasos sanguíneos. Modulan las diferentes expresiones de los genes y proteínas, dependiendo del tipo de compuesto″, detalló el experto.
De esta manera, trabajan en distintos frentes al mismo tiempo contra los diversos factores de riesgo para el síndrome metabólico, incluyendo la obesidad, inflamación, diabetes y enfermedad cardiovascular

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