¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

Insuficiencia renal satura Emergencia del Hospital en El Salvador.

La insuficiencia renal ha generado una saturación de pacientes en la Emergencia del Hospital Nacional Rosales en el último mes. 

Ayer, 29 personas (de un total de 43) con la enfermedad que genera el daño total de los riñones esperaban a que se desocupara una cama del centro médico para recibir su diálisis o hemodiálisis, confirmó Juan Antonio Tobar, jefe de la Emergencia.

La falta de camas en Nefrología u otro servicio médico ha provocado que las personas se vayan acumulando en la Emergencia. Algunos pacientes consultados tienen una semana de estar esperando una camilla para ser trasladados.

Cada mes son identificados 54 nuevos casos de insuficiencia renal en el Hospital Nacional Rosales.

Tras ser diagnosticados, los pacientes se adhieren al Programa de Diálisis y Hemodiálisis del hospital centenario, para someterse al proceso mediante el cual se extraen las toxinas y el exceso de agua en la sangre, detalló Ricardo Leiva, jefe de Nefrología del Hospital Rosales. 

En la actualidad, 950 personas asisten cada semana para recibir los tratamientos, situación que ha provocado un colapso en el servicio de Nefrología. 

Este año fueron abiertos varios cupos en dicha unidad, que está ubicada en el segundo piso del exedificio de Especialidades del Seguro Social, y todos fueron ocupados. “Si se abrieran más espacios en Nefrología siempre estaría lleno por la alta demanda”, enfatiza el doctor Leiva. 

A don Santanita Quijano, de 60 años y residente en Guazapa, le diagnosticaron la enfermedad en enero de este año.

Desde entonces frecuenta cada ocho días el hospital nacional para que le hagan la diálisis; hoy cumple una semana de estar esperando cama para que lo atiendan por la descompensación que ha sufrido. 

El jefe de la Emergencia y el jefe de Nefrología coinciden en que la descentralización de servicios médicos para personas con insuficiencia renal ayudaría a solucionar la saturación que atraviesa el hospital centenario. 

Actualmente los programas de trasplante renal están suspendidos en El Salvador. 

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