Extirpar las
adenoides de los niños que presentan resfríos, sinusitis y laringitis en forma
reiterada es más costoso e igualmente efectivo que la "espera
vigilada", indicaron expertos holandeses.
En otras
palabras, "esperar no tiene consecuencias malas", dijo a través de un
correo electrónico Chantal Boonacker, que dirigió un reciente estudio en el
Centro Médico Universitario de Utrecht, Holanda.
Las
glándulas adenoides son el tejido ubicado entre la nariz y la parte de atrás de
la garganta, como las amígdalas. Ayudan a combatir las infecciones en los
niños, pero en la adultez desaparecen.
El tejido se
agranda en algunos niños y se les extirpa a los que padecen tos crónica y
resfríos reiterados. Este procedimiento se conoce como adenoidectomía. Los
resultados sugieren que retrasar la cirugía en los niños con trastornos
respiratorios sería una decisión económica y médica inteligente.
El estudio
incluyó a 111 niños, de entre uno y seis años, que el año anterior habían
tenido entre nueve y 10 infecciones respiratorias (resfríos y sinusitis).
Al azar, a
la mitad se le realizó una adenoidectomía y con el resto de utilizó la espera
vigilada durante los dos años siguientes.
En el
informe publicado en el 2011, el equipo no había hallado diferencias entre los
grupos en cuanto a la aparición de futuras infecciones respiratorias o
enfermedades de oído. Finalmente, se les extirparon las adenoides a 23 de los
57 niños tratados con espera vigilada.
El nuevo
estudio, publicado en JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery, se concentró
en los costos de ambas estrategias. Tras considerar el valor de la cirugía, los
fármacos, las consultas y los gastos familiares, el equipo de Boonacker halló
que la adenoidectomía inmediata es 1,5 veces más costosa que la espera vigilada
(1.995 versus 1.216 dólares).
Boonacker
advirtió que los resultados económicos y clínicos no son aplicables a los niños
que necesitan la cirugía porque, por ejemplo, tienen infecciones de oído o una
obstrucción de las vías aéreas.
En Estados
Unidos, la mayoría de las adenoidectomías se realizan cuando el tejido se
agranda y obstruye las vías aéreas, no por infecciones recurrentes, según
explicó el doctor Hassan Ramadan, otorrinolaringólogo de West Virginia University,
en Morgantown. Opinó que en ambos casos, la espera vigilada en la mejor opción.
"No
habría que operar a los niños antes de indicarles un tratamiento clínico. Si el
tratamiento falla, hay que optar por la cirugía", sostuvo Ramadan, que no
participó en el estudio. El tratamiento de los niños con trastornos
respiratorios incluye el uso de antibióticos para eliminar la infección o de
esteroides nasales de uso tópico para controlar las alergias.
"Muchas
veces, en los niños con infecciones respiratorias altas frecuentes, las
adenoides no serían la única causa de esas infecciones", sostuvo.
En Holanda,
el 1-2 por ciento de los menores de cuatro años no tenía las adenoides en el
2009.
En otro
estudio publicado en la misma revista, un equipo del Hospital de Niños de
Montreal, Canadá, halló que los niños afroamericanos tenían más riesgo de
sufrir complicaciones respiratorias graves si les habían extirpado las
adenoides y las amígdalas.
Para
Boonacker, la cantidad de complicaciones asociadas con la adenoidectomía es
baja. La cirugía dura unos 30 minutos y no demanda hospitalizaciones.
FUENTE: JAMA
Otolaryngology-Head & Neck Surgery, online 17 de enero del 2013.
Reuters
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