Pero usar los agonistas beta de acción prolongada con corticosteroides inhalados redujo el riesgo.
Cuando se usan solos, los medicamentos contra el asma conocidos como agonistas beta de acción prolongada (ABAP) se asocian con un mayor riesgo de complicaciones graves, indica una investigación reciente. Además, el mayor riesgo de complicaciones, que incluye hospitalización, intubación y muerte (conocido como variable compuesta del asma), asociado con el uso de estos fármacos fue incluso mayor en los niños que en los adultos.
Sin embargo, cuando los ABAP se usan en combinación con corticosteroides inhalados, el aumento del riesgo parece disiparse.
En Estados Unidos, los productos que solo contienen ABAP se venden bajo las marcas Foradil y Serevent, y en combinación con corticosteroides inhalados bajo las marcas Symbicort y Advair.
"En general, lo que hallamos fue que había un mayor riesgo de una variable compuesta en el asma en el grupo que tomaba ABAP en comparación con el grupo que no los tomaba. Y el riesgo era mayor en la población asmática de menos edad", apuntó la autora del estudio, la Dra. Ann McMahon, directora asociada de ciencia y directora de KidNet de la Oficina de Terapias Pediátricas de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU.
"La otra cuestión importantes es que en un pequeño subgrupo que tomaba ABAP y corticosteroides inhalados [CEI], y los tomaban de forma constante, no hallamos una elevación en el riesgo. Pero ese subgrupo era más bien pequeño, así que los resultados sobre los CEI no son del todo concluyentes. Ahora, la agencia busca realizar un ensayo clínico de gran tamaño en el contexto de los ABAP y el uso constante de CEI", dijo McMahon.
Los resultados del estudio aparecen en la edición de noviembre de la revista Pediatrics.
La FDA comenzó a observar la seguridad de los ABAP por primera vez en 2005, cuando surgieron las primeras preocupaciones sobre un posible aumento en las complicaciones graves. El primer metaanálisis para examinar la seguridad de los ABAP se llevó a cabo en 2008. Como resultado de ese análisis, un comité asesor de la FDA votó para restringir la utilización de los ABAP a su uso combinado con corticosteroides inhalados. El metaanálisis actual se llevó a cabo para ampliar el conocimiento obtenido de ese análisis inicial.
Incluyó 110 ensayos clínicos con casi 61,000 pacientes de asma. En los ensayos participaron personas a partir de los cuatro años de edad. Algunas usaban ABAP, otras no.
En general, los investigadores hallaron que ocurrían 6.3 eventos más por cada mil pacientes-años entre las personas que tomaban ABAP frente a las que no. Los eventos incluían hospitalizaciones, intubaciones y muertes relacionadas con el asma.
En los niños de cuatro a once años, la diferencia entre los dos grupos fue de 30.4 eventos por mil pacientes-años. En los niños de 12 a 17, la diferencia fue de 11.6 por mil pacientes-años.
McMahon anotó que la mayoría de las complicaciones en los niños fueron hospitalizaciones relacionadas con ataques de asma. Las muertes e intubaciones relacionadas con el asma fueron complicaciones poco comunes, según el estudio.
Apuntó que el estudio se diseñó para identificar tendencias, no para observar casos individuales, así que "no tenemos muchas respuestas sobre por qué la variable compuesta del asma fue mayor en los grupos de menos edad".
"A veces, hallamos que los productos que funcionan bien en los adultos no funcionan bien en los niños", apuntó la autora principal del estudio, la Dra. Dianne Murphy, directora de la Oficina de Terapias Pediátricas de la FDA. Y en el caso de los ABAP, podría haber varias explicaciones. Quizás el asma es una enfermedad distinta en niños y adultos, o tal vez tenga que ver con el menor tamaño de las vías respiratorias de los niños. O tal vez los niños no siempre informan a sus padres cuando sus síntomas de asma empeoran, planteó.
Cualquiera que sea el motivo de un mayor riesgo de complicaciones en los niños, el mensaje importante de este estudio es que "si su hijo necesita un ABAP, que también tome un esteroide", señaló. Y añadió que si los síntomas del niño no mejoran con el fármaco combinado, se debe informar al médico.
"Este metaanálisis sugiere que tenemos más cosas por aprender. Parece que los ABAP solos podrían no ser el tratamiento adecuado para la población pediátrica, y no los usamos solos. Pero combinar los dos fármacos podría no aumentar los malos resultados", apuntó la Dra. Allyson Larkin, profesora asistente de pediatría de la división de medicina pulmonar, alergia e inmunología del Hospital Pediátrico de Pittsburgh.
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