Los países pobres y los que gastan menos en salud tienen una mayor incidencia de enfermedades cerebrovasculares y más muertes a causa de éstas, revela un estudio.
Se sabe que la pobreza de un país está vinculada a una alta incidencia de enfermedades infecciosas y de mortalidad a causa de éstas, en particular de niños menores de cinco años.
Pero ahora una nueva investigación encontró un vínculo entre la pobreza y la incidencia y muerte por enfermedad cerebrovascular (ECV), como el derrame cerebral y embolia.
El estudio, publicado en Stroke: Journal of the American Heart Association (revista de la Sociedad Estadounidense del Corazón) encontró que la gente que vive en los países más pobres y los que gastan menos en salud tiene 30% más probabilidad de sufrir una ECV.
Estas personas también tienen más probabilidad de morir durante los 30 días posteriores a ese evento, de que su ECV sea de tipo hemorrágico -la forma más severa- y de sufrir la ECV a una edad hasta ocho años más joven que en un país rico.
La investigación revisó 30 estudios publicados en la última década sobre la incidencia y mortalidad por ECV en 22 países y se compararon esos datos con tres indicadores macroeconómicos: PIB, dinero invertido en salud y tasa de desempleo.
'Queríamos establecer si esos criterios macroeconómicos podrían explicar el exceso de ECV durante ese mismo periodo' explica a BBC Mundo el doctor Luciano Sposato, director del departamento de neurología del Instituto de Investigación Vascular de la Fundación INECO, en Argentina.
'Los resultados mostraron que el estatus socioeconómico de un país es un factor muy importante en la proporcion de ECV' agrega.
El estudio, que en América Latina incluyó a Chile, Brasil y México, encontró que no sólo hay una asociación entre la proporción de ECV y la riqueza o pobreza de un país, sino también un vínculo entre el estatus socioeconómico y la severidad del evento y la edad en la que ocurre.
Precoz y más severo
Existen dos tipos de enfermedad cerebrovascular: el hemorrágico, que es el más grave -causado por el rompimiento de un vaso en o cerca del cerebro- y el isquémico, cuando se interrumpe la irrigación sanguínea al cerebro.
'Uno de los aspectos más interesantes que descubrimos es que históricamente se ha pensado que en América Latina hay más ECV hemorrágica que en el resto del mundo' dice el doctor Esposato.
'Por ejemplo, en Estados Unidos hay 83% de ECV isquémica y 17% de hemorrágica. Y en América Latina se habla de tasas de hasta 43% de ECV hemorrágica'.
'Pensábamos que esto se debía a cuestiones genéticas o ambientales. Ahora con este estudio sabemos que el estatus socioeconómico es un factor muy importante en la proporción de ECV hemorrágica', agrega el experto.
Estudios en el pasado sobre la asociación entre el estatus socioeconómico y determinadas enfermedades se han centrado en datos de individuos o familias.
Pero ésta es la primera vez que se analiza la información del estatus socioeconómico de países y regiones.
Se sabe que los principales factores de riesgo de las enfermedades cerebrovasculares -como todas las cardiovasculares- están vinculados al estilo de vida, como el tabaquismo, la dieta, hipertensión y falta de actividad física, que son factores que pueden prevenirse.
Por eso los científicos creen que la alta incidencia y mortalidad de las ECV se debe a la falta de prevención.
Prevención
'Es probable que esta correlación existe debido a que estos países a menudo no invierten suficiente en recursos para la prevención y control de los factores de riesgo de ECV', expresa el doctor Gustavo Saposnik, principal autor del estudio y director de la Unidad de Investigación de Evaluación de Resultados de ECV en el Hospital St. Michael en Toronto, Canadá.
'Si se reducen estos factores de riesgo se puede reducir el riesgo de una ECV' agrega el investigador.
El estudio también muestra que estas enfermedades están afectando a poblaciones cada vez más jóvenes de los países de bajos y medianos ingresos.
En los tres países estudiados de América Latina las personas que sufren su primera ECV son en promedio ocho años mas jóvenes que en países mas desarrollados económicamente, dice el estudio.
'Hay una relación muy fuerte entre la riqueza o pobreza de un país y la edad en que ocurre la ECV. Y creemos que esto debe estar directamente relacionado con mala prevención de factores de riesgo', explica a BBC Mundo Luciano Sposato.
'Tenemos dos fenómenos muy importantes: el empeoramiento de las condiciones de vida, una vida más sedentaria con muchas más horas frente a la computadora y con muchísimo más estrés. Y sabemos que el estrés duplica el riesgo de sufrir un ECV'.
'Y este deterioro en la calidad de vida en América Latina no ha sido acompañado de estrategias de prevención a largo plazo, como las que se han planteado desde hace mucho en el mundo desarrollado', agrega.
Tal como señalan los investigadores, este estudio muestra 'las consecuencias potenciales de la mala inversión en salud'.
'Nuestro estudio muestra que poblaciones con bajo ingreso per capita o bajo gasto en salud tienen mayor riesgo de ECV, enfermedad cerebrovascular más precoz y mayor mortalidad' dice a BBC Mundo Gustavo Saposnik.
'La prevención de factores de riesgo vascular como hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo y otros, sería una de las alternativas más efectivas para mejorar estos indicadores'.
'Esperamos que estos datos ayuden a los países a llevar a cabo cambios en la forma como se está distribuyendo el dinero y los diferentes recursos' concluye el investigador.
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