¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

Cuatro fármacos envían a miles de personas mayores al hospital, según los CDC

Un anticoagulante, la aspirina, la insulina y los medicamentos orales para la diabetes dan cuenta de unas 66,000 hospitalizaciones al año en EE. UU.

 Los anticoagulantes y los medicamentos para la diabetes dan cuenta de dos tercios de las casi 100,000 hospitalizaciones de emergencia por eventos farmacológicos adversos experimentadas por los adultos mayores de EE. UU. cada año, según un estudio reciente.
Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. analizaron datos recolectados de 2007 a 2009 en 58 hospitales por el Sistema Electrónico Nacional de Vigilancia de las Lesiones y el proyecto de Vigilancia Cooperativa de Eventos Farmacológicos Adversos de los CDC.
Hallaron que alrededor del 48 por ciento de las hospitalizaciones por eventos farmacológicos adversos ocurrieron en adultos a partir de los 80 años. Casi el 66 por ciento se debieron a sobredosis no intencionales o a situaciones en que los pacientes tomaron la dosis recetada de un fármaco pero éste tuvo un efecto inesperado.
Dos tercios de las hospitalizaciones de emergencia tuvieron que ver con cuatro medicamentos, usados solo o en conjunto:
  • El anticoagulante warfarina (Coumadin, Jantoven), que se usa para tratar coágulos sanguíneos, tuvo que ver con 33 por ciento (33,171) de las hospitalizaciones anuales de emergencia.
  • La insulina, usada para controlar la glucemia en pacientes diabéticos, tuvo que ver con 14 por ciento de los casos.
  • Los antiplaquetarios como la aspirina y el clopidogrel (Plavix), que se usan para prevenir los coágulos sanguíneos, tuvieron que ver con 13 por ciento de los casos.
  • Los agentes hipoglucémicos orales, que son fármacos para la diabetes, tuvieron que ver con 11 por ciento de los casos.
El estudio aparece en la edición del 23 de noviembre de la revista New England Journal of Medicine.
"Estos datos sugieren que enfocarse en las iniciativas de seguridad sobre unos cuantos fármacos que comúnmente causan daños graves y medibles puede mejorar la atención para muchos estadounidenses mayores", apuntó en un comunicado de prensa de los CDC el Dr. Dan Budnitz, director del Programa de Seguridad de Medicamentos de los CDC.
"Los anticoagulantes y los fármacos para la diabetes con frecuencia requieren pruebas sanguíneas y cambios de dosis, pero son medicamentos críticos para los adultos mayores con ciertas afecciones médicas. Médicos y pacientes deben seguir usando estos medicamentos pero recordar trabajar juntos para gestionarlos con seguridad", añadió.

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