La psicoterapia es el tratamiento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conductas. Se lleva a cabo entre un profesional con formación y habilidades necesarias para producir el cambio, y la persona que requiere una ayuda para aliviar los síntomas de aquello que le produce un determinado dolor o dificultad en su día a día.
La psicoterapia es muy eficaz. Cuando nos encontramos ante un problema puramente conductual no es necesario ni recomendable el uso de psicofármacos. En contraposición a la psicoterapia, el tratamiento farmacológico toma el control de la situación. Es la sustancia la que dirige y sitúa a la persona en un segundo plano. Las capacidades individuales quedan a merced de los efectos que el medicamento pueda provocar.
Con un tratamiento terapéutico, el paciente toma el control de la situación, y poco a poco podrá ir modificando los aspectos que desea o debe cambiar. El tratamiento conductual-cognitivo con técnicas operantes y cognitivo conductuales resultan muy eficientes para conseguir los resultados requeridos. Sólo en los casos de trastornos graves de conducta, depresión, ansiedad extrema, psicosis, retraso mental con excesiva agitación o violencia, etc, suele indicarse la necesidad de medicación.
La combinación de psicoterapia y psicofármacos en casos puntuales puede ser la mejor forma de sanar la patología. Todo esto irá acompañado de un control riguroso en cuanto a la toma del medicamento y una evaluación o seguimiento acerca de los resultados que se vayan obteniendo.
¿Psicoterapia o psicofármacos? La respuesta vendrá dada según la situación. Existirán circunstancias en la que una terapia cognitivo-conductual será más que suficiente para afrontar el problema, otras en las que la mejor opción será la combinación de ambas y otras en las que la medicación tomará el principal protagonismo para hacer frente a la enfermedad.
Los casos psicóticos y de esquizofrenia necesitan obligatoriamente de medicación.
Fuente:hechosdehoy.com
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