¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

Alerta ante la neumonía


Cualquier síntoma de resfriado debe llamar tu atención para que actives todas las medidas de protección tanto para ti como para los tuyos. La neumonía es una amenaza latente que debe ser combatida.

La temporada lluviosa ha comenzado y también la época donde diversas enfermedades tienen un notorio aumento. Por eso es necesario que conozcas a fondo a uno de las más complicadas en cuanto a padecimientos respiratorios se refiere. Las infecciones respiratorias agudas son la mayor causa de consulta médica en el país, donde se incluyen enfermedades como la gripe, bronquitis y faringitis entre otras. La neumonía o pulmonía es la manifestación más grave de este grupo de infecciones ya que se produce una seria inflamación del tejido pulmonar. Esta puede ser provocada por diversos microorganismos, entre los que se incluyen virus, bacterias y hongos.
A menudo la neumonía comienza después de una infección respiratoria de vías altas (infección de la nariz y de garganta también denominada resfriado o catarro común). Cuando esto sucede los síntomas de neumonía comienzan dos o tres días después, lo que hace de suma importancia tomar las medidas adecuadas cuando surge un simple resfriado.
Esta enfermedad tiende a afectar los extremos de la vida, siendo más vulnerables los menores de cinco años de edad y los adultos mayores de 65.
Conoce los síntomas
La neumonía puede presentar al principio síntomas idénticos a los de un resfriado común, como malestar, fiebre leve o moderada, estornudos, obstrucción nasal, dolor de garganta y tos. Cuando sobreviene la neumonía, el paciente empeora notablemente y presenta fiebre elevada, malestar, escalofríos, tos intensa, seca y persistente, aumento de la frecuencia respiratoria y dolor en el tórax, clásicamente en un costado, aunque puede localizarse en cualquier otro sitio. Otras veces, el paciente presenta directa y bruscamente los síntomas relatados más arriba, sin fase catarral previa.
"Al momento en que nos exponemos a un virus o a una bacteria, el organismo es retado y comienza a pelear una batalla. Si nosotros nos tomáramos en serio cualquier síntoma de resfriado y nos fuéramos a descansar, le daríamos a nuestro cuerpo el escenario para que él actúe y evitar que haya este tipo de complicaciones", dice el neumólogo Carlos Villalta Barberena. El periodo de incubación es variado, depende de cada paciente y varía según el tipo de virus o bacteria que provoca la infección. Se supone que en cuestión de tres a cinco días una persona con resfriado común debería estar mejor, si se posterga por más tiempo podría tratarse de algo más complicado.
SIEMPRE ALERTAS
Entre los cuidados que se deben tener en cuanto aparezca el síntoma de un catarro es mantenerte lejos de aglomeraciones y protegerte para no ser fuente de contaminación. Recuerda que los virus y las bacterias que producen la neumonía son contagiosos y, por lo general, están presentes en las secreciones de la boca o la nariz de una persona infectada. Es de vital importancia que no te automediques, ya que es una práctica contraproducente. El doctor Villalta añade: "el cuerpo tiene sus propios sistemas de defensa. La tos, las mucosidades nasales y la fiebre son algunos de ellos, el problema es que si apenas comenzamos a sentirnos mal buscamos medicina para que se nos quiten estos síntomas anulamos los mecanismos de defensa de nuestro cuerpo, por eso el reposo es clave, la mayoría de esos resfriados se curan solos con reposo y mucha hidratación. Un ejemplo de ello es que la mayoría de las fiebres se puede controlar con medios físicos como los paños húmedos".
Lo vital es que acudas a un médico en cuanto un resfriado aparezca, es mejor actuar con alarma que dejarlo pasar y luego lamentar las consecuencias. "Nunca subestimes un resfriado común, ya eso debería ser por sí misma una situación de alerta", dice el doctor Villalta.
Dependiendo de la gravedad la neumonía es causa de ingreso hospitalario, aunque en casos leves se puede dejar un estricto tratamiento en casa. Los doctores darán los medicamentos necesarios para combatir las bacterias o virus que han atacado tu organismo.
De no atenderse a tiempo las complicaciones pueden ser irreparables, la infección del pulmón puede trasladarse a todo el cuerpo, puede producir meningitis, insuficiencia cardíaca y la muerte.


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NIÑOS VULNERABLES
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 25% de las muertes en menores de cinco años a nivel mundial son por causa de la neumonía. En El Salvador se ha convertido en la segunda causa de mortalidad en menores del mismo rango de edad. El pediatra Carlos Meléndez, Coordinador Nacional del componente de salud perinatal y neonatal del programa de salud sexual y reproductiva del Ministerio de Salud, detalla que los síntomas en los niños son muy parecidos a los de cualquier persona, pero existen dos signos inequívocos de la presencia de una pulmonía.
"Si un bebé de menos de dos meses sobrepasa las 60 respiraciones por minuto, si los de dos meses a un año respiran más de 50 y los de uno a cinco años de edad sobrepasan las 40, podemos decir que la respiración es rápida y hay problemas. Basta con que se le levante la camisa al menor y con reloj en manos contemos sus respiraciones. Otro signo de alarma es el tiraje, un hundimiento de la parte baja de las costillas al finalizar la parrilla costal, lo que denota que el diafragma está haciendo mucha fuerza para llevar aire a los pulmones... ese reconocimiento sencillo es signo de gravedad y es prueba de neumonía y de la urgencia de ingreso hospitalario", dice el doctor Meléndez.
En los últimos años, el Ministerio de Salud orquesta diferentes esfuerzos para mermar este mal. El primero de ellos es lograr que los niños nazcan con el peso adecuado y en el tiempo correcto porque eso garantiza que tengan mejores recursos para enfrentar este tipo de infecciones.
La lactancia materna también debe ser rigurosamente establecida, pues es el factor protector más importante para combatir neumonías y todas las infecciones respiratorias agudas. "Los bebés que han sido alimentados con lactancia materna exclusiva, padecen entre 10 y 35% menos de episodios de neumonía graves", asegura el doctor Meléndez.
La vacunación también es indispensable, en el país existe un esquema nacional bajo el que todo niño debe ser sometido. Desde hace unos años a la actualidad se cuenta con herramientas muy efectivas como la vacuna contra el Haemophilus influenza tipo b y otra contra el neumococo, dos agentes causales de neumonía bacteriana en niños menores de cinco años. En el caso de los virus, también se tiene algunos adelantos importantes. "Ya que la mayoría de las infecciones en menores de dos años son de carácter viral, estamos administrando la vacuna de la influenza estacional y también la de h1n1, que son los más comunes", puntualiza.
CONSEJOS
Factores externos: para evitar la expansión de la neumonía es recomendable usar mascarilla en caso se tenga algún resfriado, el lavado de manos también debe ser una medida inviolable y por supuesto, evitar ir a lugares públicos. "Como pediatras insistimos en que a los bebés no se les bese constantemente, nosotros en la boca tenemos una gran cantidad de bacterias que se las transmitimos y entre más pequeñitos están menos capacidad tiene su cuerpo de luchar contra ellas", dice el pediatra.
Otro aspecto de relevancia es la contaminación del aire intradomiciliar, que se da por dos tipos de humo: el del tabaco y el producido por combustible sólidos como la leña o el carbón. "Si un niño vive cerca de estas emisiones seguro que será más propenso a padecer infecciones respiratorias agudas".
Fuente: El salvador.com

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