La doctora Ericka López, responsable de la Unidad de Enfermedades
Cerebrovasculares, conocida como ICTUS, del Hospital Rosales, confirmó que la
cefalea o dolor de cabeza es una de las principales causas de consulta general,
pero que afortunadamente en el 90% de los casos se trata de una causa benigna.
La especialista consideró oportuno aclarar que hay un tipo de cefalea
primaria conocida como la muscular con una incidencia del 70% de casos y que
habitualmente tiene una manifestación que el paciente expresa como un dolor o
rigidez en el cuello o una banda que aprieta el cerebro. “Esta clase de cefalea
está muy relacionada al estrés y es más frecuente en la mujer”, explicó.
La especialista precisó que es importante establecer algunas diferencias
sobre otras manifestaciones para que la persona no se confunda. Para el caso,
la cefalea vascular puede expresar un “dolor de cabeza que es punzante,
náuseas, mareos, visión borrosa y sensibilidad a la luz o los sonidos”.
En el 80% de los pacientes hay un componente hereditario, es decir, de
origen congénito en tanto se trata de una anormalidad del nervio trigémino que
en estos casos es hipersensible.
Un 15% de esos casos, advirtió la neuróloga, corresponde a la migraña que
habitualmente compromete la mitad de la cabeza y también puede ser punzante y
con una manifestación de cuatro a 72 horas. Esta enfermedad no tiene cura, pero
el paciente puede tomar un medicamento y a la vez controlar o evitar ciertas
condiciones desencadenantes como asolearse o comer fuera de tiempo.
La profesional lamentó, en los casos de dolor de cabeza, la tendencia de
las personas jóvenes a la automedicación y el uso de analgésicos que terminan
provocando problemas renales.
Jóvenes con
hipertensión
En la actualidad, comentó la doctora López, se ha confirmado un aumento de
personas jóvenes o en edad productiva afectadas por accidentes
cerebrovasculares o “stroke” por sus siglas en inglés. “Según la Organización
Mundial para la Salud (OMS), el accidente cerebrovascular es la primera causa
de invalidez.”
“Hay pacientes de 40 a 45 años que son cabezas de familia, una población
económicamente activa, con hipertensión o diabetes”, citó la doctora López para
añadir que es un dato que contrasta con las estadísticas del pasado cuando los
pacientes con esas enfermedades se ubicaban en el rango de los 70 años.
Ante eso sugirió que la persona observe ciertos síntomas, pero que al mismo
tiempo abandone ciertos hábitos y se someta a un control exhaustivo con su
médico. Eso supone controlar la diabetes y dejar el tabaco, en el caso de la
adicción.
El control adecuado puede evitar cuadros clínicos extremos como la obstrucción
de los vasos sanguíneos o el rompimiento de los mismos debido a la presión
alta.
En el congreso del jueves próximo, incluirán también los avances médicos
sobre la esclerosis múltiple.
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