¿Cuándo se debe notificar RAMS?

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  Para el caso de profesionales de salud e instituciones prestadoras de servicios de salud pública y privada Para las reacciones adversas “no serias” se debe notificar en un máximo de 10 días hábiles a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para las reacciones adversas serias (graves) o amenaza de vida, inesperados, medicamentos de reciente comercialización y medicamentos de reciente incorporación a los listados institucionales se debe notificar en un máximo de 72 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso. Para los casos de “muerte” (incluye aquellos por causas no especificadas), se debe notificar en un máximo de 24 horas a partir de la fecha en que se identificó el evento adverso.  

La insulina detiene la aterosclerosis en los diabéticos


Un estudio ha demostrado que la insulina glargina, un fármaco que se utiliza para controlar la glucemia en los diabéticos, puede limitar efectivamente la aparición de aterosclerosis.
La investigación fue realizada para explorar las potenciales ventajas de la insulina glargina, una insulina de acción prolongada ―y de los ácidos grasos omega-3―. La profesora Eva Lonn de la McMasterUniversity, Ontario, Canadá, y sus colaboradores explican que se desconoce el efecto de estos dos compuestos sobre la aterosclerosis en las personas con diabetes de tipo 2.
Incorporaron a 12.537 pacientes provenientes de siete países, con una edad promedio de 63 años. Todos tenían diabetes de tipo 2 o prediabetes. La mayoría estaba recibiendo medicamentos para reducir su riesgo de aterosclerosis, por lo general estatinas, inhibidores de la ACE o betabloqueantes; todos recibieron insulina glargina, ácidos grasos omega-3 o placebo durante casi cinco años.
En contraste con los ácidos grasos omega-3 y el placebo, sólo la glargina redujo en grado importante las glucemias. También disminuyó el avance de la aterosclerosis en 12 zonas de las arterias carótidas.
La profesora Lonn dijo: «Nuestro estudio demuestra que en personas con alto riesgo que tienen enfermedad cardiovascular establecida o con factores de riesgo cardiovascular más diabetes de tipo 2 o prediabetes, la insulina glargina retrasa moderadamente el avance de la ateroesclerosis».
«Estos hallazgos respaldan la inocuidad cardiovascular de esta intervención e indican que el tratamiento con insulina glargina a más largo plazo podría evitar complicaciones cardiovasculares».
Sin embargo, añadió que todavía no está claro si la insulina glargina podía llevar a una reducción de los episodios cardiovasculares.
Pese a la falta de respaldo para los ácidos grasos omega-3 que se identificó en este estudio, la profesora Lonn señala que el consumir más pescado, puede tener otras ventajas en la salud. El estudio fue presentado el lunes (27 de agosto) en el Congreso de 2012 de la EuropeanSociety of Cardiology en Munich, Alemania.

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