Hay
esfuerzos públicos y privados para tratar y diagnosticar en etapas tempranas el
cáncer de mama y del cuello del útero. Pero la atención de los pacientes no
asegurados, con estos y otros tipos de cáncer, está repartida entre el Rosales
y varias ONG que carecen de recursos suficientes
Dramática. Así califica la
situación que enfrentan las personas que reciben un diagnóstico de cáncer en el
país el doctor Raúl Lara. Hace 37 años, él impulsó la creación del área de
Oncología en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social.
Actualmente, como director
médico del Centro Salvadoreño de Radiología (privado) cree necesario que no
solo las autoridades de Salud, sino también las ONG y las fundaciones que
atienden a pacientes con distintos tipos de cáncer, así como quienes han sido
diagnosticados con esta enfermedad se unan para dar al país la política
nacional contra el cáncer que la magnitud de este problema amerita.
El año pasado, 814 mujeres y
550 hombres fueron diagnosticados con algún tipo de cáncer por el departamento
de Histopatología del hospital nacional Rosales.
Las cifras superaron por 110
casos las de 2010, cuando 515 hombres y 739 mujeres recibieron ese diagnóstico.
Pero solo corresponden a los casos atendidos entre el hospital nacional Rosales
y el Instituto del Cáncer de El Salvador, un centro administrado por la Liga
Nacional del Cáncer, una fundación sin fines de lucro.
El Instituto Salvadoreño del
Seguro Social atendió 1,906 casos de cáncer durante 2011. De estos, 291 fueron
de mama; 142, de cuello del útero; 145, de próstata; y 287, de piel.
Aunque el Rosales, el Instituto
del Cáncer y el ISSS tienen estadísticas de los casos de cáncer diagnosticados
y atendidos, no hay un registro nacional de tumores. Pero, ante las
estadísticas dispersas, Lara afirma: "Sabemos que hay alrededor de 270
casos nuevos por 100 mil habitantes cada año. Lo cual nos da, más o menos, 17
mil 500 casos nuevos por año". Según sus cálculos "están apareciendo
dos tumores, dos cánceres, nuevos cada hora".
Esbozo de política
El representante de la OPS en
El Salvador, José Ruales, explica que una política "son los acuerdos en
los que la sociedad define cómo va a abordar un problema".
A veces, la política se expresan
a través de una ley. En esos acuerdos hay tres momentos. Uno son las acciones
de prevención. "Y, en el caso del cáncer, también de diagnóstico
temprano", añade. Pues hay muchos tipos de cáncer que no son prevenibles o
cuyas medidas de prevención pueden ser radicales. Tan radicales como el que una
mujer con altas posibilidades de desarrollar cáncer de mama dedica someterse a
una doble mastectomía.
Tal y como lo hizo Sharon
Osbourne, juez del programa de la cadena NBC America's Got Talent y esposa del
rockero Ozzy Osbourne.
El segundo punto que debe
incluir una política es el manejo hospitalario. Esto, explica Ruales, se
refiere a la atención quirúrgica y a la quimioterapia. En tercer lugar, está el
cáncer que debe tratarse con radioterapia, con cobalto, y con aceleradores
lineales.
En este nivel, están
involucrados diversos servicios como los que brindan el Instituto del Cáncer de
El Salvador (ICES), el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y los
centros privados.
Ruales indica que, en lo que
respecta a la prevención y al diagnóstico temprano, sí hay algunas decisiones
que considera importantes. Una de ellas fue la aprobación de la Ley para el
Control del Tabaco, "con todo y los problemas que todavía hay",
matiza.
En lo referente al cáncer de cérvix,
Ruales muestra una copia del Diario Oficial Número 149, Tomo 396,
correspondiente al 15 de agosto pasado. En esa edición se publicó el Acuerdo
Ejecutivo No 1181 que define la Política de Salud Sexual y Reproductiva.
En la introducción de este
acuerdo se afirma: "Según GLOBOCAN 2008, en El Salvador, la primera causa
de muerte por cáncer en las mujeres es el de cérvix, la segunda el gástrico y
en tercer lugar el cáncer de mama".
Luego, el documento señala que,
según la FESAL 2008, 67 de cada 100 mujeres se someten a la toma de
Papanicolaou, prueba necesaria para detectar el cáncer de cérvix de forma
temprana. El acuerdo define una "Estrategia de Salud Sexual y
Reproductiva", según la cual, el gobierno "en coordinación con el
Programa Ciudad Mujer" establecerá procedimientos de prevención del cáncer
cérvico-uterino, de mama y de próstata. Nada se dice de los cánceres de piel,
de estómago de ganglios linfáticos y de laringe.
Pero la política oficial podría
quedarse corta, si se toma en cuenta las estadísticas del Instituto del Cáncer
para 2011.
Estas muestran que los cinco
cánceres más frecuentes en la mujer suelen ser: el de cuello del útero, el de
mama, el de cuerpo del útero, el de piel y el de ganglios linfáticos. En el
caso de los hombres, los cinco cánceres más frecuentes suelen ser: el de piel,
el de estómago, el de ganglios linfáticos, el de próstata y el de laringe.
Ruales indica que tanto el
diagnóstico precoz del cáncer de cérvix como el de mama han crecido. Al
comparar los periodos de enero a mayo de 2011 y 2012, "la lectura de
citología vaginal se incrementó en 17 %". Para el mismo periodo, las 3 mil
401 mamografías de tamizaje hechas en 2012 representan un incremento de 58 %
respecto a las 820 hechas en 2011 en el sistema público de Salud. Estas se
suman a las 4,226 mamografías diagnósticas hechas en 2011 y a las 4,580 de
2012. ¿Es suficiente?
Para Ruales, campañas de
concientización sobre el cáncer de mama, como las que llevaron a cabo varias
empresas en octubre, son "instrumentos de política". "La
política pública no siempre es una política oficial", aclara.
En El Salvador, considera, la
política oficial está expresada tanto en el Acuerdo Ejecutivo No 1181 como en
el Acuerdo Ejecutivo No 126, publicado en el Diario Oficial el 17 de febrero de
2010.
Este instituye la Política
Nacional de Salud 2002-2014, la cual establece como una de las funciones del
Ministerio de Salud: "Garantizar el carácter universal, solidario y
accesible de la atención a la salud del pueblo salvadoreño".
Pero del papel a los hechos hay
trecho. La Liga Nacional Contra el Cáncer necesita reunir 700 mil dólares para
renovar las fuentes de cobalto de las dos máquinas con que se atiende a los
pacientes en el Instituto del Cáncer de El Salvador. En el área de oncología
del hospital Rosales, hay noches en las que una sola enfermera tiene
dificultades para atender a cuatro o cinco pacientes recién operados. Y, en la
farmacia, no hay flutamida para el cáncer de próstata desde hace tres meses.
Fuente:elsalvador.com
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