Pensar que únicamente las personas con sobrepeso pueden tener problemas de
salud relacionados con altos niveles de grasa en la sangre es un error, según
expertos en nutrición y cardiología, los estilos de vida son el detonante
principal de estos padecimientos.
Una dieta compuesta principalmente por comida rápida, productos de
panificación y productos azucarados son la principal razón de que una persona
de complexión delgada tenga altos los niveles de colesterol, explicó Nubia
Guardado, nutricionista del Centro Cardiometabólico.
"La prescripción dentro de la alimentación diaria debe ser baja en
grasas saturadas o menor o igual a 10 % de las calorías totales en donde
predominen las grasas monoinsaturadas para ofrecer protección al corazón como
el aguacate, aceite de canola, oliva (este sin cocinar), semillas de almendra,
marañón, pescado sin freír, atún y sardinas; ya que estos son fuentes de grasas
saludables y contienen en diferentes cantidades omega 3, el cual se relaciona
con salud cardiovascular y reducción en niveles de colesterol y los
triglicéridos", indicó.
Asimismo, agregó que la predisposición genética también influye. No
obstante la obesidad continúa siendo la primer causa relacionada.
Daños en el organismo
Los efectos de una mala alimentación no solo conllevan al exceso de peso
sino también a disfunciones del organismo, del tipo cardiovascular, indicó
Verónica Díaz, cardióloga.
La especialista explicó que los principales estragos por colesterol alto y
triglicéridos se presentan en la obstrucción de las arterias coronarias, debido
al exceso de grasa.
"Un ataque cardíaco o un infarto al miocardio son algunos de los
riesgos que corren las personas con dislipidemias (patologías con alteración
del metabolismo de los lípidos), y de no tratase las consecuencias pueden ser
letales", argumentó Díaz.
En casos extremos o crónicos, es decir cuando la persona presenta un cuadro
clínico donde hayan registros de disfunciones cardiovasculares o predisposición
genética, será necesario someterlo a un tratamiento farmacológico, aseguró la
cardióloga.
"Estatinas, fibratos y omega 3 son algunos de los medicamentos que se
utilizan, pero el tratamiento varía de un paciente a otro", enfatizó.
Sin embargo, a pesar de los efectos letales, controlar estas patologías
sería más sencillo de lo que se podría creer, según Mirella de Wollants,
nutricionista de clínicas Wollants.
"Podemos concluir que si las personas que padecen de colesterol y
triglicéridos altos se trataran con terapias alimentarias no necesitarían tomar
medicamentos hipolipemiantes, con lo que evitarían poner en riesgo su salud y
gastar en medicamentos", puntualizó.
Lo ideal, dijo De Wollants, es suspender el consumo de azúcar y regular el
consumo de grasa.
Ambas nutricionistas
recomendaron asesorarse con un especialista en nutrición, ya que los planes
alimenticios deben ser personalizados a partir del cuadro clínico y necesidades
de cada paciente.
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