Un estudio confirma que la protección contra la tos convulsa comienza a debilitarse unos pocos años después de que los niños en edad preescolar reciben la última dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la pertusis (DTaP, por su nombre en inglés).
Los CDC recomiendan un refuerzo a los 11 ó 12 años, pero investigadores habían hallado que los niños un poco más pequeños tendrían riesgo de padecer la enfermedad antes de esa edad por una disminución de su inmunidad.
"Sabemos que aumentan dramáticamente los casos de pertusis en los niños de entre siete y 10 años", apuntó el doctor H. Cody Meissner, pediatra de la Facultad de Medicina de Tufts University, Boston.
El equipo de Sara Tartof, del Grupo Médico Permanente de California del Sur, Pasadena, utilizó los registros de inmunizaciones y las estadísticas estatales de tos convulsa para estudiar a más de 400.000 niños de Minnesota y Oregon.
Todos ellos habían nacido entre 1998 y 2003 y recibieron el esquema recomendado de cinco dosis de DTaP (la última, entre los cuatro y seis años).
En los seis años siguientes, 458 niños de Minnesota tuvieron tos convulsa. La tasa de nuevos casos creció de 16 por cada 100.000 niños el primer año después de la última dosis de DTaP a 138/100.000 al sexto año.
En Oregon, se registraron 89 casos (6/100.000 en el primer año y 24/100.000 al sexto año).
Las conclusiones
"Lo ideal sería tener una vacuna mejor", dijo el doctor Eugene Shapiro, pediatra y especialista en infecciones de la Facultad de Medicina de Yale, New Haven, Connecticut, y que no participó del estudio.
Los investigadores opinan que volver a la vacuna celular contra la pertusis, por lo menos en la primera dosis o las dos primeras, podría aumentar la protección durante el crecimiento.
Pero aunque los efectos adversos asociados con la vacuna fueron leves (inflamación y fiebre), aquello es difícil que ocurra.
Los CDC podrían adelantar el refuerzo a entre los ocho o 10 años, pero Shapiro lo consideró más difícil. El refuerzo actual (Tdap) se aplica junto con otras vacunas adolescentes recomendadas, como una de las dosis del esquema de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).
Tartof, cuyos resultados publica Pediatrics, dijo que asegurarse que los preadolescentes reciban el refuerzo y que los padres estén vacunados también reducirá la transmisión de la tos convulsa.
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