Investigadores
noruegos hallaron que en personas de 30 años el llamado gen de la longevidad
tenía niveles muy bajos de actividad. Un nuevo estudio noruego evaluó los
niveles de actividad del gen SIRT1, conocido popularmente como el gen de la
longevidad.
En los mayores de 75 años solamente el 1% mantenía niveles
adecuados de actividad del gen, pero el dato que mayor atención captó fue que a
los 30 años ya el 60% tenía niveles muy bajos de actividad.
Ahora bien,
¿a qué edad se apaga el gen de la longevidad?
Para llevar
adelante este estudio, los científicos liderados por la doctora Catherine
Bronstein trabajaron con una muestra de más de 1.100 personas de distintas
edades a las que midieron los niveles de actividad del gen SIRT1.
El gen SIRT1
se localiza en el cromosoma 10, y se expresa mediante una proteína denominada
sirtuína 1, que interviene en el silenciamiento y protección de otros genes.
Varios
estudios sugieren que las sirtuínas humanas actúan como proteínas reguladoras
intracelulares, y son consideradas las proteínas del gen de la longevidad.
El biólogo
Diego Levi explicó a Infobae que "el gen SIRT1 activo está relacionado a
una protección del acortamiento de los telómeros que se produce naturalmente
con el envejecimiento. Los telómeros son los extremos de los cromosomas".
Y agregó:
"Cuando se acortan los telómeros, aumenta la posibilidad de que dejen de
expresarse genes protectores de enfermedades, entre las que se destacan,
cáncer, ateroesclerosis, hipertensión arterial, Parkinson, Alzheimer, entre
muchas otras".
Los científicos
Elizabeth Blackbum, Carol Greider y Jack Szotak fueron reconocidos con el
Premio Nobel de Medicina en 2009 por la descripción molecular de los telómeros,
el descubrimiento de la telomerasa y el mecanismo de protección de los extremos
de los cromosomas.
Para
presentar los resultados, los científicos dividieron al grupo en 4 rangos
etarios de:
- 30 a 44
años
- 45 a 59
años
- 60 a 74
años
- 75 años o
más
El 60% del
grupo de menor edad mostraba una importante disminución en los niveles de
expresión del gen, y en los de mayor edad sólo el 1% tenían niveles adecuados
de expresión.
En las
edades intermedias los resultados fueron, 20% de actividad normal del gen, en
el grupo entre 45 a 59 años y 5% entre los 60 a 74 años.
Los
científicos llevaron adelante el estudio para tener en claro cuál es el mejor
momento de la vida para incorporar a la alimentación activadores del gen.
Es sabido
que un estilo de vida saludable influye positivamente en los niveles de
expresión del SIRT1, pero el activador del gen por excelencia es el resveratrol
de síntesis original.
Científicos
de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, encontraron
que este tipo de resveratrol (50mg/día, del resveratrol original - Framintrol)
enciende el gen de la longevidad.
Como
conclusión los autores del estudio hicieron un especial hincapié en la
importancia de la vida activa como modulador del gen, y recomiendan el aporte
de este tipo de resveratrol a partir de los 30 años, destacando que a partir de
esa edad tiende a disminuir su actividad.
¿Todos los
resveratrol tienen la misma capacidad para encender el gen SIRT1? La respuesta
de acuerdo a los científicos, es que no.
A fines del
año pasado en el congreso bianual de resveratrol, celebrado en la Universidad
de Leicester (Reino Unido), la doctora Karen Brown, demostró la diferencia
entre la absorción, pureza y metabolismo de distintos productos que existen en
el mercado mundial, implica una distinta respuesta a nivel molecular y recordó
la importancia de diferenciar materias primas que tienen ensayos clínicos y
aquellos que no.
Consultado
sobre qué recomendaciones habría que seguir para mantener un estilo de vida
saludable, el médico endocrinólogo Carlos Graschinsky (MN 49.722) enumeró:
-Caminar 1
hora por día. Se puede sumar la práctica de un deporte, gimnasio y/o
entrenamiento físico controlado.
-Respetar
las 4 comidas en el día, evite picar fuera de hora. El desayuno es una comida
muy importante.
-Comer
abundantes verduras y frutas
-Mantener
siempre un buen aporte de Omega 3 (mínimo 1.800 mg por día), preferentemente
con pescado fresco de aguas profundas (350 gramos por día) y con Omega 3
natural, preferentemente en gotas de aceite de chía estabilizado y no en
pastillas.
-No agregar
sal a la comida.
-Beber
mínimo 1 litro y medio de agua.
-No comer
pan con las comidas.
-No agregar
azúcar.
-Condimentar
las ensaladas con aceite de oliva extravirgen y/o directamente con omega 3 y 9
Nutridable concentrado, tratar de disminuir el aporte de omega 6.
-Puede tomar
1 copa de vino, preferentemente tinto y de altura.
-Control
médico mínimo una vez por año en personas sanas y con más frecuencia en
personas con antecedentes personales de alguna enfermedad.
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