Los niños y los adolescentes con asma y diabetes tipo 1 no suelen consumir los medicamentos como se los indica el médico, y una investigación reciente mostró que los que se saltan las dosis son más propensos a tener que recibir atención de emergencia.
Más de la mitad de los niños con enfermedades crónicas están medicados, pero estudios previos determinaron que entre el 50 y el 88 por ciento no cumple el tratamiento como se lo indicaron.
"Nuestra experiencia nos muestra que la mayoría de los pacientes y sus familias se sorprende al saber cuán frecuente es este problema. Lo mismo ocurre con muchos médicos", dijo la autora principal del estudio, Meghan McGrady, miembro de la División de Medicina Conductual y Psicología Clínica del Hospital de Niños de Cincinnati.
Junto a Kevin Hommel, McGrady evaluó las consecuencias en el largo plazo de este uso del sistema de salud. Su revisión incluyó 10 estudios publicados: nueve habían identificado una relación entre el incumplimiento del tratamiento y un aumento de las consultas hospitalarias.
Nueve estudios incluyeron niños asmáticos y la décima investigación se había concentrado en niños con diabetes tipo 1. La mayoría de los participantes tenía entre dos y 18 años. Un estudio incluyó jóvenes de hasta 29 años.
Los niños asmáticos de las familias que no renovaban las recetas eran más propensos a necesitar atención de emergencia que los de las familias que reponían por lo menos una receta. Lo mismo ocurrió al comparar a los niños de las familias que rara vez lo hacían con los de las que lo hacían por lo menos la mitad de las veces.
Advertencia médica
Usar los medicamentos como está indicado y realizar las consultas médicas regulares son parte del manejo adecuado de una enfermedad crónica, de modo que un niño que no cumple con algunas de esas dos condiciones tendrá problemas con la otra, según publica el equipo en Pediatrics. "Estos resultados describirían el perfil de las familias que tienen problemas con el uso de los medicamentos y las consultas de control habitual", explica McGrady.
La Asociación Estadounidense del Pulmón estima que 7,1 millones de niños y adolescentes de Estados Unidos son asmáticos y que en el 2009 hubo unas 774.000 consultas de emergencia de menores de 15 años con asma.
Los autores recuerdan que los niños y los adolescentes que no utilizan sus medicamentos según lo indicado pueden tener complicaciones de salud, además de ser más costosos para el sistema de salud en el largo plazo
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