La tos y los resfríos de los niños pueden durar hasta dos o tres semanas y el dolor de oído puede demorar una semana en desaparecer, según demuestra una revisión de estudios publicados.
Los investigadores esperan que estos resultados ayuden a los médicos y los padres a comprender que los síntomas respiratorios podrían durar "más que lo pensado" y que, en general, no es necesario un tratamiento.
"Muchas veces, sólo tenemos que esperar un poco más", dijo la doctora Sharon B. Meropol, del Hospital de Bebés y Niños Rainbow y de la Facultad de Medicina de Case Western Reserve University, Cleveland.
Meropol, quien no participó del estudio, aseguró que los resultados coinciden con lo que percibe en su consultorio como pediatra.
El equipo del doctor Matthew Thompson, de University of Washington, Seattle, analizó los resultados de 48 estudios sobre grupos de niños con infecciones respiratorias que habían recibido medicamentos de venta libre, placebos o ningún tratamiento.
El 90 por ciento de los niños con dolor de oído se sentía mejor a los siete u ocho días de la primera consulta médica (atención primaria o ER). La mayoría de los participantes con resfrío común había mejorado a los 15 días, mientras que casi todos los niños con tos demoraron unos 25 días en recuperarse por completo.
El dolor de garganta desapareció en entre dos y siete días, según el tipo de estudio.
El dolor de oído y el resfrío común fueron "considerablemente más prolongados" que lo que les habían dicho a los padres de los participantes, que eran de Estados Unidos y Reino Unido, según publica el equipo en BMJ.
Meropol explicó que la mayoría de los niños con tos, resfríos y otras infecciones respiratorias no necesita ir al médico porque, excepto la faringitis estroptocócica, son de origen viral.
"Un virus puede hacernos sentir muy mal, pero los síntomas de fiebre, rinorrea o nariz tapada y tos no son peligrosos para un niño", aseguró.
Comentó que el té con miel o las gotas nasales de solución salina alivian esos síntomas en los niños, mientras que los medicamentos de venta libre no los ayudan demasiado. Los antibióticos tampoco sirven si la causa es viral.
"Algunos piensan que si los síntomas se mantienen durante un par de días, los niños necesitan antibióticos", dijo Meropol.
Pero explicó que los virus no responden a los antibióticos y que los fármacos pueden causar diarrea u otros efectos adversos en los pacientes pediátricos. Es más, su uso eleva el riesgo de que los microbios se vuelvan resistentes, lo que dificultará el tratamiento de nuevas infecciones.
"El mensaje es que los síntomas de muchas de esas infecciones respiratorias comunes pueden durar bastante y que eso no necesariamente significa que un niño necesite un antibiótico u otro fármaco", resaltó por correo electrónico Theoklis Zaoutis, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital de Niños de Filadelfia, Pensilvania.
Comentarios
Publicar un comentario