El ACV, accidente cerebrovascular, es una de las principales
causas de muerte en el mundo y la primera de incapacidad en adultos; actuar con
celeridad salva vidas y, por ello, es necesario prestar atención a los síntomas
y no subestimar dolores de cabeza o convulsiones.
Las células madre podrían ser una solución en el futuro,
según investigadores suecos que ha logrado reparar los daños cerebrales
provocados por un ictus en ratas. Hasta que esto sea posible en humanos, la
prevención y la atención a los síntomas son vitales.
Los signos de advertencia son claves que el cuerpo envía de
que elcerebro no está recibiendo oxígeno suficiente, asegura el Instituto de
Transtornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) de Estados
Unidos. Si se observan uno o más de estos signos, se ha de llamar a médico o a
emergencias inmediatamente.
A veces estos síntomas llegan en breves episodios (tan solo
unos instantes) y desgraciadamente muchas personas los ignoran. "No lo
haga. Prestarles atención puede salvarle la vida", reitera la institución.
Estos breves episodios, conocidos como ataques isquémicos
transitorios o TIA son llamados "miniaccidentes cerebrovasculares", y
pueden ser señales de una afección seria que requiere atención médica.
Tras un TIA, el riesgo de tener un ataque cerebral es muchas
veces mayor que alguien que no ha tenido ninguno. Tras un ataque cerebral, las
regiones no afectadas que cumplan tarea doble. Esto significa que un segundo
ataque puede ser el doble de malo.
También en jóvenes
Alrededor de uno de cada cinco ACV ocurre en personas
jóvenes, incluidos los adolescentes y la gente de 20, 30 y 40 años. En los
jóvenes, sería dos veces más común que la esclerosis múltiple.
Los síntomas del ACV isquémico en los pacientes más jóvenes
son similares a los de los mayores, aunque la aparición de síntomas atípicos
complica el diagnóstico.
Prevención y riesgos
Más de 15 millones de personas sufren cada año un ACV, por
lo que la OMS insta a implementar medidas urgentes. El tratamiento preventivo incluye
el control de varios factores de riesgo vasculares como la presión arterial, la
diabetes, el colesterol, los triglicérides, las enfermedades cardíacas, el
tabaquismo, el sedentarismo y la dieta.
La hipertensión es de lejos el factor de riesgo más
poderoso. El NINDS calcula que causa un aumento de dos a cuatro veces en el
riesgo de tener un ataque cerebral antes de los 80 años.
El 85 % de las víctimas de ACV tenían hipertensión, según un
estudio de la empresa de servicios de salud brasileña Orizon, coincidiendo con
el Día Mundial del combate a los AVC. El estudio concluye además que el 64% de
las víctimas tenían más de 50 años, 28% tenían entre 30 y 49 años y el 8% hasta
29 años.
Tabaquismo
Fumar multiplica por dos el riesgo de sufrir un AVC
isquémico y hasta cuatro veces el aumento en el riesgo de ataque cerebral
hemorrágico, dice el NINDS. También promueve la formación de aneurismas.
Enfermedad cardíaca
Trastornos cardíacos comunes (enfermedad coronaria, defectos
valvulares, latido cardíaco irregular), pueden dar como resultado coágulos
sanguíneos que pueden provocar un ataque.
Diabetes
No solo incrementa el riesgo cardiovascular, sino que un
ataque cerebral puede causar daños más graves. Además, la hipertensión es común
entre los diabéticos.
Colesterol
Un desequilibrio en el colesterol puede causar
aterosclerosis, es la causa principal de estrechamiento de los vasos
sanguíneos, llevando al ataque cardíaco y al ataque cerebral.
Sedentarismo y obesidad
La obesidad y la inactividad están asociadas con la
hipertensión, diabetes, y enfermedad cardíaca.
SÍNTOMAS DE UN AVC
Entumecimiento súbito o debilidad facial, del brazo o la
pierna, especialmente de un lado del cuerpo
Confusión súbita, o dificultad para hablar o comprender el
habla
Súbita dificultad para ver con uno o ambos ojos
Dificultad súbita para caminar, mareos, o pérdida del
equilibrio o la coordinación
Dolor de cabeza grave súbito sin causa conocida
Visión doble
Somnolencia
Náuseas y vómitos
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