El estudio se realizó en diversos centros de atención primaria de ocho comunidades autónomas del Estado español durante el primer trimestre de 2015, y participaron 126 médicos de familia. Durante 15 días, dentro del periodo de enero a marzo de 2015, los médicos participantes registraron los casos de faringitis y de IRTI (bronquitis, EPOC, neumonía...) de pacientes mayores de 14 años, mediante un gráfico de 47 ítems en que proporcionaban datos relevantes sobre la enfermedad (información sobre los pacientes, síntomas, diagnósticos, prescripciones...).
En total, se registraron 1.012 episodios de faringitis, y 1.928 casos de IRTI, generalmente bronquitis. La mayoría fueron considerados leves, aunque los casos más graves registrados corresponden a pacientes con IRTI.
Carles Llor, médico coordinador del Grupo de Investigación en Infecciones en Atención Primaria (GIIP) del IDIAP e investigador principal del estudio, explica cómo hicieron el análisis de los datos: "una vez recogida toda la información, se pudo valorar la prescripción real de antibióticos realizada por los médicos de atención primaria y también cuántos de estos medicamentos eran innecesarios, de acuerdo con las guías clínicas. Para hacerlo, se compararon todos los datos con las guías más recientes de manejo de la faringitis y de las IRTI en que se define qué pacientes deben ser siempre tratados con antibióticos, qué pacientes nunca deberían ser tratados con estos medicamentos y un subgrupo de pacientes que sí que podrían ser tratados con antibióticos".
Resultados
De los 1.012 pacientes con faringitis y de los 1.928 pacientes con infección respiratoria del trato inferior, 497 pacientes (49,1%) y 963 pacientes (49,9%), respectivamente, fueron tratados con antibióticos. Siguiendo las indicaciones de las guías clínicas sólo se habría dado antibiótico al 7,6% de los pacientes con faringitis (77) y al 15,1% de los pacientes con IRTI (291). El estudio demuestra, por lo tanto, que el 84,5% de los antibióticos prescritos para la faringitis y el 69,8% de los prescritos para IRTI son innecesarios.
Según Carles Laurel, el uso inapropiado de los antibióticos contribuye a generar resistencias a estos fármacos y puede tener consecuencias médicas adversas: "Hemos observado que las prescripciones innecesarias se hubieran ahorrado con el uso adecuado de pruebas de detección rápida, recomendadas por la mayoría de las guías clínicas; a pesar de eso, en el Estado español su uso es muy poco frecuente."
"Los resultados de nuestra investigación demuestran que el hecho de que los médicos de familia cumplieran las indicaciones de las guías clínicas y la introducción correcta de las pruebas de detección rápida en el Estado español podrían reducir de forma considerable la prescripción innecesaria de antibióticos en la faringitis y las infecciones respiratorias del trato inferior", concluye.
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