Expertos en medicina de la región centroamericana destacan avances en la prevención de enfermedades transmisibles y brotes epidémicos gracias a los programas de vacunación, entre estas la vacuna de la influenza en la población en riesgo.
En el marco de la 16.ª Semana de Vacunación de las Américas, establecida por la Organización Panamericana/Mundial de la Salud (OPS/OMS) del 21 al 28 de abril de 2018, expertos de la región centroamericana destacan la vacunación como una estrategia de prevención de enfermedades transmisibles, como la influenza, y que sirvió para la considerable reducción de casos de poliomielitis en América.
“La influenza o los virus de la influenza están circulando en el mundo, pero en las Américas continuamente y además si yo estoy en verano, en invierno en Estados Unidos y bajo a verano a Argentina, yo puedo estar llevando el virus”, dijo José Brea del Castillo, presidente de la Asociación
Latinoamericana de Pediatría y pediatra infectólogo, durante el Seminario sobre Flu, realizado por Sanofi en Panamá.
Entre las Enfermedades Prevenibles por Vacunación (EPV) están: difteria, fiebre amarilla, haemophilus influenza tipo B, hepatitis, influenza, neumococo, poliomielitis, rotavirus, rubéola, sarampión, tétanos, tosferina. El esquema de vacunación de El Salvador incluye: BCG, HB,
Pentavalente, Poliomielitis, Rotavirus, Neumococo conjugado, triple viral tipo SPR, DPT, triple viral SPR para recién nacidos hasta cuatro años de edad. También hay un esquema de vacunación para mujeres en estado de embarazo y adultos mayores. No obstante, a finales de marzo hubo denuncias de casos en que no se aplicó la vacuna de neumococo a infantes por desabastecimiento.
Para los especialistas, es importante lograr la mayor cobertura para evitar rebrotes de enfermedades, así como controlar casos importados como los de sarampión en otros países. “La inmunidad de rebaño es importante, tener una gran población inmunizada para que protejan a los que podrían ser susceptibles, talvez porque no completaron su sistema de vacunación o porque no llegaron a un centro de vacunación. Esa inmunización de rebaño lo que hace es que los protege a los demás, a los poquitos que puedan ser. Cuando eso baja y la gente no se vacuna, aumentan los susceptibles”, comentó Juan Miguel Pascale, del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de Salud de Panamá.
En el caso de la vacuna de la influenza, esta debe ser administrada cada año. “Desafortunadamente, no se ha inventado una vacuna para todo, que mate a todos los gérmenes. Los gérmenes, en particular influenza, es un virus que cambia año con año. Por esta razón es sumamente importante saber que las vacunas de influenza deben colocarse una vez al año, porque no le va a dar inmunidad para toda la vida”, señaló Iris Cazali, infectóloga jefa de la unidad de enfermedades infecciosas y coordinadora del comité de nosocomiales del Hospital Roosevelt de Guatemala.
Actualización constante
La OPS/OMS a través de su Fondo Estratégico colabora con los países del continente en la compra de vacunas, incluyendo El Salvador. Esto permite a los países obtener precios más bajos ya que la organización los negocia directamente con los productores.
Sin embargo, cuando los recursos de los países son limitados, se prioriza a grupos poblacionales. “Si tiene que priorizarse porque los recursos no son importantes, ¿en quién prioriza? Aquí viene el gran dilema. Los niños, porque ellos tienen un mecanismo inmunológico más débil, no han estado expuestos, si se enferman mueren más que un adulto que pudiese resistir una enfermedad respiratoria”, dijo Franklin Hernández, asesor de enfermedades transmisibles de OPS/OMS en El Salvador.
Comentó que un factor importante en la atención es el fortalecimiento de los laboratorios nacionales de referencia, donde se analizan las muestras que permiten detectar el serotipo de influenza que circula. “En 2012 se hizo el cambio para Centroamérica principalmente utilizar la variante suramericana, de los serotipos de influenza circulando en Suramérica, que los del Hemisferio Norte. Por esa misma vigilancia que alimenta a un banco global”, agregó.
Eso permite comparar los tipos del virus que circularon en los países y brindar información a las productoras de vacunas. “Es una retroalimentación beneficiosa, donde el productor de vacunas recibe información de los países a través de la OMS para desarrollar o actualizar su vacuna”, manifestó.
Pero lo que podría ser un factor de resistencia es la percepción de los efectos. La semana de la vacunación se da en la transición de la estación seca a lluviosa, cuando empiezan a aparecer los casos de influenza. “Pero si es de las personas que infortunadamente ya está incubando la enfermedad cuando le ponen la vacuna, coincide en ese incremento de número de casos”, dijo Hernández.
Comentó que una actividad de la semana de la vacunación es que el personal de salud acerca este servicio a la población para lograr mayor inmunización.
Comentarios
Publicar un comentario