La
enfermedad de Hansen, más conocida como lepra, es una infección granulomatosa
crónica, producida por el bacilo Mycobacterium leprae, que
compromete, primariamente, la piel y los nervios periféricos.
Los
primeros casos de lepra se describieron en el año 600 AC en la India, pero sólo
se conoce la causa desde 1873, cuando el noruego Gerhard Hansen identificó al
M. leprae como
agente etiológico.
Se multiplica muy despacio y el periodo promedio de
incubación de la enfermedad es de cinco años. En algunos casos los síntomas
pueden aparecer en 1 año, pero también pueden tardar hasta 20 años.
La enfermedad afecta
principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías
respiratorias superiores y los ojos.
Si no se trata, la
lepra puede causar lesiones progresivas y permanentes en la piel, los nervios,
las extremidades y los ojos. La lepra es una enfermedad curable. Si se
trata en las primeras fases, se puede evitar la discapacidad.
Breve historia de la
enfermedad y su tratamiento
La lepra es una
enfermedad antigua, descrita ya en la literatura de las civilizaciones de la
antigüedad.
El primer avance
importante se realizó en la década de 1940 con el desarrollo de la
dapsona. En la década de 1960, M. leprae empezó a presentar resistencia a
la dapsona, el único medicamento antileproso conocido por entonces.Se basa ademas en la aplicación de quimioterapia antimicrobiana
y en la colaboración de expertos en oftalmología, ortopedia y fisioterapia.
El fármaco clave en esta enfermedad es la dapsona, antagonista
del ácido fólico. En adultos se emplea a dosis de 50-100 mg/día, en una sola
dosis, y en niños se emplea a 1-2 mg/kg de peso y día, hasta 100 mg al día. Es
un fármaco inocuo en el embarazo y muy barato. Sus efectos secundarios son
raros y consisten en la aparición de hemólisis, hepatitis y dermatitis
exfoliativa, potencialmente mortal.
A principios de
esa década se descubrieron la rifampicina y la clofazimina, que posteriormente
se añadieron al régimen terapéutico que más tarde se denominó tratamiento
multimedicamentoso (TMM).
En 1981, un grupo de
estudio de la Organización Mundial de la Salud recomendó el TMM, que consiste
en la administración de 2 o 3 fármacos: dapsona y rifampicina para todos los
pacientes, a los que se añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar.
Esta última combinación elimina el patógeno y cura al paciente.Desde 1995, la
OMS proporciona TMM gratuito a todos los enfermos del mundo con lepra.
Inicialmente, el TMM fue financiado por la Fundación Nippon, y desde 2000
mediante un acuerdo de donación con Novartis, que recientemente se ha
comprometido a ampliar la donación hasta 2020.
La eliminación de la
lepra como problema de salud pública (definida como una prevalencia registrada
de menos de 1 caso por 10 000 habitantes) se logró en todo el mundo en 2000. A
lo largo de los últimos 20 años se han tratado con TMM más de 16 millones de
pacientes con lepra.
Respuesta de la OMS
En 2016 la OMS
presentó su Estrategia mundial para la lepra 2016–2020: acelerar la acción
hacia un mundo sin lepra, destinada a reforzar los esfuerzos por controlar la
enfermedad. La estrategia se centra en evitar las discapacidades, especialmente
entre los niños.
En agosto de 2016 la OMS publicó un Manual operativo para facilitar la adaptación y aplicación de la Estrategia mundial contra la lepra 2016-2020, cuyo objetivo es proporcionar a los gestores de los programas nacionales de lepra (o de entidades equivalentes) orientaciones sobre la adaptación y aplicación de la mencionada estrategia, dependiendo de la carga epidemiológica existente en sus países.
Estrategia mundial
para la lepra 2016–2020:Acelerar la
acción hacia un mundo sin lepra.
La Estrategia Mundial
contra la Lepra 2016-2020 se estructura en torno a los tres pilares básicos
siguientes:
Pilar I: Reforzar la
implicación de los gobiernos, la coordinación y las alianzas
Intervenciones
fundamentales:
Asegurar el compromiso
político y recursos suficientes para los programas de lucha contra la lepra.
Pilar II: Detener la
lepra y sus complicaciones
Mejorar los
conocimientos sobre la lepra entre los pacientes y las comunidades.
Pilar III: Acabar con
la discriminación y fomentar la inclusión
Fomentar la inclusión
en la sociedad y luchar contra todas las formas de discriminación y
estigmatización.
Empoderar a los
afectados por la enfermedad y reforzar su capacidad para participar activamente
en los servicios de atención a la lepra.
Este Programa Mundial está asumiendo
el liderazgo de la expansión de la red de vigilancia de la farmacorresistencia
de la lepra, definida por la Estrategia Mundial contra la Lepra como una
intervención fundamental.
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