Causas de la resistencia a antifúngicos.

 

La resistencia a los antifúngicos es un problema creciente que tiene importantes implicaciones en la morbilidad y la mortalidad de las infecciones fúngicas. A continuación, se detallan las principales causas de esta resistencia:

1. Uso excesivo y erróneo de antifúngicos

El uso indiscriminado y excesivo de antifúngicos en la medicina y en la agricultura es una de las principales causas de la resistencia. Este uso puede conducir a la selección de cepas fúngicas resistentes. Además, el uso inadecuado, como la interrupción prematura del tratamiento o la dosificación incorrecta, puede favorecer el desarrollo de resistencia.

2. Mecanismos de resistencia intrínseca

Algunos hongos presentan resistencia intrínseca a ciertos antifúngicos debido a sus propiedades genéticas y bioquímicas. Por ejemplo, algunas especies de Aspergillus y Candida tienen mecanismos naturales que les permiten resistir ciertos fármacos. En el caso de la 5-fluorocitosina, la resistencia intrínseca puede deberse a la presencia de enzimas que descomponen el fármaco antes de que este pueda ejercer su efecto antifúngico.

3. Mutaciones genéticas

Las mutaciones en los genes que codifican las enzimas involucradas en la síntesis de componentes esenciales de la célula fúngica son una causa común de resistencia. Por ejemplo, las mutaciones en el gen ERG11, que codifica la enzima C14-α esterol desmetilasa, pueden conferir resistencia a los azoles. En el caso de las equinocandinas, las mutaciones en los genes FKS1 y FKS2, que codifican subunidades de la enzima glucano sintasa, pueden causar resistencia a estos fármacos.

4. Mecanismos de expulsión de fármacos

Algunos hongos pueden desarrollar mecanismos para expulsar los antifúngicos de su célula. Esto se logra mediante la sobreexpresión de genes que codifican bombas de expulsión. Este mecanismo es particularmente común en levaduras y, en menor medida, en hongos filamentosos.

5. Cambios en la permeabilidad de la membrana celular

Los cambios en la permeabilidad de la membrana celular pueden afectar la entrada de los antifúngicos en la célula fúngica. Estos cambios pueden ser el resultado de mutaciones en genes que codifican proteínas de la membrana.

6. Adaptación a condiciones ambientales

Los hongos tienen una gran capacidad para adaptarse a cambios ambientales, lo que puede favorecer el desarrollo de resistencia. Por ejemplo, la exposición a agentes químicos o a condiciones de estrés puede inducir mutaciones que confieren resistencia a antifúngicos.

7. Falta de diagnóstico oportuno

El diagnóstico tardío de infecciones fúngicas puede llevar a la selección de cepas resistentes. En muchos casos, la terapia antifúngica se inicia de manera empírica o profiláctica debido a la dificultad en el diagnóstico precoz.

Conclusiones

La resistencia a los antifúngicos es un problema complejo que involucra múltiples factores. La prevención y el manejo de esta resistencia requieren una combinación de estrategias, incluyendo el uso prudente de antifúngicos, el desarrollo de nuevos fármacos y la mejora en los métodos de diagnóstico. Además, es crucial aumentar la conciencia sobre este problema entre los profesionales de la salud y los pacientes para evitar prácticas que contribuyan al desarrollo de resistencia.

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