Una nueva investigación refuerza la tesis de que las bebidas gaseosas y
azucaradas son culpables de la epidemia de obesidad en Estados Unidos.
Por primera vez, un estudio que abarcó más de 33 mil estadounidenses
durante varias décadas, redituó prueba clara de que las bebidas azucaradas
interactúan con genes que alteran el peso y hacen que el riesgo de la obesidad
rebase el simple factor hereditario.
La conclusión es que estas bebidas son especialmente perjudiciales para las
personas predispuestas por sus gentes a subir de peso. La mayoría de la gente
tiene cuando menos algunos de estos genes.
Asimismo, en otros dos experimentos importantes se determinó que los niños
y adolescentes suben poco peso si se les dan bebidas libres de calorías como
alternativa a las bebidas azucaradas que toman habitualmente.
Los resultados en conjunto indican sin ambigüedades que las personas suben
de peso debido al consumo de bebidas azucaradas, independientemente de
otros hábitos malos de salud como comer en exceso y hacer poco ejercicio, según
los científicos.
Todas estas conclusiones refuerzan las campañas a favor de la aplicación de
impuestos a los refrescos, la imposición de límites al contenido de azúcar en
los mismos, como aprobó la ciudad de Nueva York, y la adopción de diversas
políticas para frenar el consumo de esas bebidas.
La buena noticia para los adoradores de las gaseosas es que en estos
estudios las bebidas libres de azúcar no incrementaron el riesgo de obesidad.
"Es posible engañar al gusto" y satisfacer la ansiedad por lo
dulce sin pagar con aumento de peso, afirmó el investigador de obesidad, Rudy
Leibel, de la Universidad de Columbia, y quien no participó en los estudios.
Los estudios fueron presentados durante una conferencia sobre la obesidad
en San Antonio y los difundió en Internet la publicación New England Journal of
Medicine.
La investigación sobre los genes cierra en particular una brecha amplia en
lo que se conoce sobre la obesidad.
Fue una empresa enorme, tres estudios que se extendieron mucho tiempo y que
de manera independiente y conjunta llegaron a las mismas conclusiones.
La investigación muestra cómo la combinación de los hábitos y la herencia
redunda en la gordura.
No necesariamente quien tenga muchos de estos genes será obeso, pero quien
consuma muchas bebidas azucaradas "hará inevitable su suerte", dijo
el experto Jules Hirsh, de la Universidad Rockefeller en Nueva York y quien no
participó en la investigación.
Las bebidas azucaradas
son la mayor fuente individual de calorías en la dieta estadounidense y se les
señala cada vez más como responsables de la obesidad o exceso de peso de un
tercio de los niños y adolescentes, y de más de dos tercios de los adultos en
Estados Unidos.
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