Una combinación de cinco anticuerpos, probada en ratones, ha logrado mantener los niveles del virus del Sida (VIH-1) por debajo de lo detectable durante más tiempo que los tratamientos actuales, informa la revista Nature.
Esta terapia experimental, compuesta por cinco potentes anticuerpos monoclonales (idénticos entre sí porque son producidos por un solo tipo de célula del sistema inmune), es fruto del trabajo del inmunólogo Michel Nussenzweig, de la Universidad Rockefeller de Nueva York.
El investigador administró estos anticuerpos a ratones humanizados, que disponen de un sistema inmune humano que les permite infectarse del VIH, y estima que esta es una fórmula que podría evitar la infección de nuevas células.
Nussenzweig observó que, a la semana de iniciar el tratamiento, la carga viral había descendido hasta niveles por debajo de lo detectable, que mantuvieron hasta sesenta días después de finalizar la terapia.
A continuación, el científico comparó estos resultados con los que obtuvo al tratar a los ratones con una combinación de tres anticuerpos monoclonales y con una terapia basada en un único anticuerpo.
Al tratar a los roedores con una terapia de tres anticuerpos, el VIH se mantuvo en niveles bajos hasta cuarenta días tras finalizar el tratamiento, mientras que la monoterapia sólo logró que el virus fuera indetectable durante el tiempo que el ratón la estuvo recibiendo (unas dos semanas).
"Se ha demostrado que distintas combinaciones de anticuerpos monoclonales son eficaces a la hora de suprimir la replicación del VIH en ratones humanizados, por lo que pueden prevenir la infección y ser de gran importancia en el diseño de nuevos tratamientos", defendió el experto en su artículo.
En la actualidad, la terapia antirretroviral en humanos consiste en combinar al menos tres fármacos antivirales en un mismo tratamiento para minimizar la emergencia de virus mutantes resistentes a los medicamentos.
Sin embargo, el VIH se almacena en una especie de "depósitos" o reservorios virales que son los que hacen que, cuando se suspende el tratamiento farmacológico, la carga viral del paciente se eleve de nuevo y que en 21 días el virus vuelva a aparecer.
Pese a lo esperanzador de los resultados de Nussenzweig, aún es necesario llevar a cabo ensayos clínicos que permitan evaluar la eficacia de su tratamiento en humanos y medir los efectos a largo plazo sobre la infección.
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