Un estudio
llevado a cabo por la Universidad de Texas durante un periodo de investigación
de años, confirma que un medicamento reduce el riesgo de padecer cáncer de
próstata, sin que esto afecte a la esperanza de vida. Se trata de la
finasterida (Propecia), un fármaco que actualmente es recetado por los médicos
para tratar la calvicie masculina y en otros casos, para controlar el tamaño de
la próstata, ayudando a reducirla.
Gracias a
este trabajo, coordinado por el Doctor Thompson, director del Centro de
Investigación y Terapia del Cáncer en Texas, se ha demostrado que la
finasterida reduce el riesgo de tener un tumor en la próstata en un 30%. Esto
significa que cientos de hombres podrían evitar un diagnóstico de cáncer y los
consiguientes tratamientos que afectan significativamente a la calidad de vida.
«Unos 71.000
hombres se verán beneficiados gracias a este descubrimiento, evitando
enfrentarse a tratamientos para la cura del cáncer con efectos secundarios. No
hay nada mejor que la prevención de enfermedades» afirma Thompson.
Efectos
negativos
En el ensayo
participaron 19.000 hombres. Un porcentaje ligeramente alto de aquellos que
habían tomado finasterida desarrollaron un cáncer de próstata. Esto causó preocupación
y debate en la comunidad médica, provocando que los doctores dejaran de recetar
este medicamento.
Impulsados
por esta incertidumbre, muchos estudios acabaron por concluir que la
finasterida, empleada para controlar y reducir el tamaño de la próstata, lo que
conseguía era facillitar la detección de posibles tumores en ella.
Sin embargo
en 2011, la Administración añadió en la etiqueta del fármaco una advertencia
alertando del riesgo elevado de padecer cáncer de próstata.
El Ensayo
para la Prevención del Cáncer de Próstata comenzó en 1993. Los hombres que
tomaron la finasterida tenían una media de 62 años y estuvieron medicándose
durante siete años.
A lo largo
del proceso se intentó determinar si existía un mayor riesgo de muerte en
hombres que tomaron el fármaco. Los resultados mostraron que no existía impacto
en la supervivencia general de enfermos tras el diagnóstico del cáncer de
próstata.
«Esto
significa que un tercio de los hombres que tomaron finasterida fueron diagnosticados
de cáncer de próstata» explica el Doctor. Además critica que en la actualidad,
muchos hombres con tumores en estado avanzado están siendo tratados
innecesariamente, lo que supone una carga considerable tanto para el paciente
como para la sociedad.
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